Confirmado: el monumento a la madre volverá a la Plaza Grigera
DE ALBERTO GALLARDÓN. Tras sufrir vandalismos, la emblemática obra fue restaurada por "Tito" Gallardón, hijo del creador, y pronto brillará nuevamente. Ya se hizo la base.
La Plaza Grigera vuelve a sonreír: el monumento a la madre, una obra del destacado artista Alberto Gallardón, fue restaurada con mucha dedicación por su hijo Eduardo y volverá a colocarse en breve en el emblemático espacio público, frente al Municipio. Pese a que aún no hay fecha de colocación, actualmente se está armando la base en donde se apoyará la escultura, en la que se ve a una madre junto a dos niños, todo un símbolo de amor para la localidad.
Es que, debido al vandalismo, la obra fue dañada y fue Eduardo "Tito" Gallardón, hijo de Alberto, quien decidió volver a darle vida, en una especie de tarea ética y moral en honor a su padre. Es por eso que llevó la escultura a un predio que le prestaron los Bomberos Voluntarios de Lomas y ahí se puso en marcha la reconstrucción, que duró aproximadamente tres años.
"En estos momentos se está haciendo la base donde va a ir apoyada. Para evitar futuros inconvenientes, le voy a poner una reja alrededor, al igual que la obra de los bomberos", adelantó Eduardo la manera en la que estará emplazada nuevamente la escultura de su padre.
"Estoy muy contento de haber restaurado las esculturas que hizo mi papá. Es un orgullo para mí y para todo Lomas", dijo, emocionado, acerca de la obra que está hecha completamente de bronce y mide 2,15 metros.
Remordimiento, Bombero Voluntario, Monseñor Schell y el mencionado monumento a la madre son las cuatro esculturas que hizo Alberto Gallardón, que aún sigue siendo el único artista de Sudamérica que tiene esa cantidad de obras en un mismo espacio verde. De todas maneras, Remordimiento ya no se encuentra en la plaza Grigera: luego de que la robaran y la rescaten en Brasil luego de 30 años, se restauró y se colocó en el jardín del Teatro Municipal, que cuenta con custodia.
Cabe destacar que la familia está ligada con la famosa confitería Gallardón, además de que el estadio de Los Andes lleva el nombre del tío y padrino de "Tito". Alberto creció en el ámbito de la confitería, pero su pasión era la escultura "Todo era simultáneo, cuando no estaba con la confitería se la pasaba haciendo esculturas en un cuarto que tenía en el piso de arriba", contó su hijo.
Antes de finalizar, "Tito" no se olvidó de aquellos artífices necesarios para que este trabajo se haga realidad: agradeció a los bomberos por prestarle el predio de Banfield y también al Municipio por ponerse a disposición, indispensables para que el monumento a la madre vuelva a brillar a la vista de todos los lomenses.