"Nos sentimos manoseados, es una falta de responsabilidad la del Tribunal"
LOMAS DE ZAMORA. Lo dijo Anahí Vázquez, hermana de Nicolás, el joven que en 2013 fue asesinado en Lanús. Por el crimen, el próximo martes el excomisario Héctor Amarilla se tenía que sentar en el banquillo de los acusados. Sin embargo, la familia de la víctima asegura que el juicio fue suspendido, si bien aún no les llegó la comunicación formal de los jueces.
Todavía no le llegó la cédula de notificación del Tribunal, pero Anahí Vázquez ya lo da por hecho: el juicio contra el excomisario Héctor Amarilla por el crimen de su hermano que debía comenzar el próximo martes fue "suspendido". "Mi abogada (Marina Pirro) habló con la fiscal (Viviana Georgi) y me dijo que no se hace", aseguró la mujer masticando bronca.
Concretamente, la situación hoy es ésta: como no hay una comunicación oficial por parte de los jueces, el debate debería comenzar como estaba estipulado originalmente. Pero a seis días de la fecha prevista, la hermana de Nicolás Vázquez asegura que "todo está en stand by" y que por canales informales ella se enteró que el juicio fue "postergado".
"Ayer hablé con mi abogada y me dijo: 'Ani, el juicio no se hace'. La semana pasada, ella habló con la fiscal del juicio y le dijo que no se hacía. Así que estamos esperando la cédula de notificación formal para confirmar bien todo y para saber por qué los jueces decidieron esto. Creemos que es por la pandemia", señaló la hermana de Nicolás.
Si el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de Lomas de Zamora confirma la decisión, sería la tercera vez que se aplaza el juicio contra Amarilla por el crimen de Nicolás Vázquez. La primera fue en octubre de 2019 porque no habían llegado a notificar a todos los testigos, y la segunda este año una vez que el Gobierno decretó la cuarentena por el Coronavirus.
Lo que no termina de entender Anahí en medio de todo esto es por qué tantas idas y vueltas. "Estoy indignada. No puedo entender cómo sabiendo como están las cosas por la pandemia, cómo es que se atreven a mandar un informe que arranca un juicio, y después deciden que no se hace, vaya uno a saber por qué", resaltó.
Durante el último mes, Anahí se estuvo preparando prácticamente todos los días para llegar preparada y fuerte al juicio. Repasó una y otra vez los expedientes de la causa, hizo lo imposible para asegurar la presencia de los testigos, contuvo a su mamá, Silvia, para que pueda declarar ante el Tribunal y de un día para otro, "todo se vino abajo".
"Es terrible. Enfrentar el juicio es muy difícil. La cabeza te labura a mil, y una tiene que estar preparada para estar ahí, no solo mentalmente sino que también porque una tiene que programar su vida para estar esas fechas. Yo tengo que dejar de laburar, y corro riesgo de perder el laburo, pero a ellos no les interesa, nadie piensa en todo eso", precisó.
Para la hermana es "una falta de responsabilidad" del Tribunal que todo se dé de esta manera. "Nos sentimos manoseados. Todo esto es angustiante, porque volvés revivir todo. Te tenés que enfrentar con un montón de cosas, tenés que declarar, te agarran nervios, y tenés toda esa mezcla de sensaciones, que ahora se transforman en otra cosa", planteó.
El 25 de septiembre de 2013 Nicolás Vázquez ingresó a un negocio de ropa ubicado en la calle 9 de Julio y se probó tres remeras, la última no se la sacó. Cuando sonó la alarma empezó a correr y el comisario Amarilla, que hacía adicionales como custodio, lo persiguió dos cuadras y lo fusiló de un tiro aunque el joven se había rendido y no portaba un arma.
Desde un principio, la versión de la Policía fue que se había tratado de un tiroteo. Mientras, varios testigos del hecho aseguraron que solamente el comisario había disparado. El registro de las cámaras y los peritajes balísticos derrumbaron la coartada del comisario.
Cercado por la Justicia, el expolicía se dio a la fuga y se escondió en Paraguay durante más de cinco años. En febrero de 2019 fue capturado por la Gendarmería en la localidad de Rafael Calzada, cuando volvió a visitar a su hija que acababa de ser mamá.
Desde entonces se encuentra detenido en la cárcel de Unidad Penitenciaria N° 1 de Olmos imputado por “homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego, por alevosía y por ser el sujeto activo miembro de las fuerzas policiales en abuso de su función".
El temor de la familia de Nicolás es que a medida que pase el tiempo, si no se lleva adelante el juicio, el exjefe de la comisaría N°2 de Lanús pida el arresto domiciliario. "Hace casi un año y medio que está detenido cumpliendo la preventiva, y él cumpliendo un lapso puede pedir un montón de cosas, más allá de que haya estado cinco años prófugo", apuntó
"Yo lo que más quiero es verlo sentado en el banquillo y que el Tribunal lo condene con la pena máxima. Porque por más que yo tenga todas las pruebas, y todo los hechos estén comprobados, lo que vale acá, es que el Tribunal de un veredicto", agregó Anahí.
"Así que ahora tendremos que armarnos de paciencia. Yo estoy segura que ya sea en un mes, dos meses, a fin de año o el año que viene, a él lo van a condenar. Hace casi siete años que estamos esperando eso y por más trabas que nos pongan en el medio nunca vamos a bajar los brazos, porque mi hermano se merece justicia", cerró.