Tras el escándalo y las denuncias, la Clínica Modelo de Lanús reconoció que se cometieron "errores"
REGIÓN. El sanatorio quedó en el centro de todas las miradas, luego de que las hijas de dos pacientes fallecidas en el lugar denunciaran irregularidades en la atención y la inclusión de datos erróneos en las actas de defunción.
Primero fue el caso de Francisca Salazar, luego el de Beatriz Cepeda. Y a partir del revuelo que se armó por las denuncias públicas de familiares, la Clínica Modelo de Lanús tuvo que salir a dar respuestas. Uno de sus directores asociados, Alejandro Ciancio, reconoció que existieron "errores" a la hora de comunicar las causas de muerte de las dos pacientes, pero aseguró que no fue un intento de la clínica por esconder los fallecimientos por Coronavirus.
El representante del centro habló en exclusiva con Política del Sur e intentó explicar su versión de los hechos. "Entre los miles de procedimientos que hicimos, cometimos estos dos errores, quizá haya alguna persona más con la que hayamos cometido estos errores", confesó el directivo y no descartó que en las próximas horas salgan a la luz otros casos.
La contestación oficial de la institución no cayó nada bien entre los familiares damnificados.
EN LA LUPA. La Clínica Modelo quedó en el centro de todas las miradas luego de que Mónica Lezcano diera a conocer lo que sucedió con su mamá, Francisca, en el centro de salud. Días después Marcela Stamper se hizo eco de su caso y relató lo que le tocó vivir.
Lezcano contó que su mamá Francisca Salazar, de 82 años, ingresó a la guardia el 8 de junio y desde entonces no la pudo ver más. Según dice, la tuvieron esperando "más de 14 horas en la guardia", supuestamente "porque no había camas" y cree que, "por la falta de medicación en esas horas", su madre "tuvo un accidente cerebro vascular (ACV).
"A la noche me mandaron a mi casa y mi dijeron que si había alguna novedad me llamaban. Al otro día, cuando volví a la clínica me enteré que estaba en terapia intensiva y que había tenido un derrame cerebral. El médico me dijo que su cuadro era irreversible y que no me hiciera mucha idea de que pudiera sobreponerse", relató.
A contramano de todos los pronósticos, Salazar se recuperó y con el correr de los días fue mejorando. Cuando su familia estaba haciendo todos los trámites con el PAMI, para trasladarla a su casa, de un día para otro le dieron una noticia que le heló la sangre.
Su madre había muerto. "La cochería tuvo que retirar el cuerpo con un certificado de defunción que decía que había muerto de Covid-19, cuando no sólo era mentira, sino que la misma clínica luego me llamó para pedirme perdón", aseguró.
"Yo tuve que cremar a mi mamá sin saber si estaba adentro de la bolsa. Es una duda que me va a acompañar hasta que me muera. Si no aceptaba el cuerpo en esas condiciones, no me lo entregaba y debía quedar en la morgue hasta que intervenga un Juez", cuenta.
"Yo no quiero ni plata, ni publicidad ni nada. Solo que no le pase a otras familias todo lo horrible que pasamos nosotros. A mi vieja no me la devuelve nadie", apunta Mónica
Tras el caso de Francisca se conoció el de Beatriz Cepeda. Una de sus hijas, Marcela Samper, aseguró que el 29 de junio le informaron que su madre había fallecido el sábado 27, pero "en la historia clínica figura que le dieron medicación el domingo 28".
“Ella ingresó a la clínica el 21 de abril, estuvo internada durante 68 días, de los cuales 59 días estuvo en el tercer piso. Nunca estuvo sola, todo el tiempo estuvo acompañada por mí o por mi hermana. Se logró estabilizar y estábamos esperando que le den el alta”, contó Samper, pero "el 17 de junio le hacen el hisopado y el 19 le da resultado positivo”.
Según sostiene Samper, su mamá "se contagió en la clínica". A partir de ahí la derivaron a una sala en el cuarto piso y la aislaron. "Nos dijeron que estaba asintomática, que estaba bárbara, pero en esos nueve días que estuvo aislada no nos dejaron verla", relató.
El lunes 30, la familia recibió un llamado del sanatorio. "El doctor Javier Gómez me pregunta si desde la clínica me habían llamado el fin de semana", cuenta. Inmediatamente, el especialista le informó que su mamá había fallecido el sábado 27 de muerte súbita, producto de un paro respiratorio. Un diagnóstico "muy genérico y sin especificidades".
"Nadie nos avisó nada. En la semana voy a retirar la historia clínica, está que se le suministró medicación el domingo 28 por la tarde, firmado por el médico y la enfermera”, señaló. A partir de ahí miles de preguntas empezaron a rondar en la cabeza de Samper.
"Yo no sé qué pasó que falleció", dijo tajante. Y esa duda la movió a buscar respuestas. Llamó al laboratorio para saber cuál había sido el resultado del hisopado, ya que "no daba lo mismo que de negativo o positivo", porque de eso dependía si podían reconocer el cuerpo, y en el lugar le reconocieron que no le hicieron el test por "problemas de trámites".
Si bien supuestamente desde la clínica la llamaron para pedirle disculpas por todo lo ocurrido, la hija de Beatriz no encuentra consuelo y sigue dándole vueltas a todo.
“Me estuvieron diciendo que mi mamá estaba bien, las doctoras Berni y Martínez me daban el parte; pero jamás me dijeron en los informes que estaba empeorando, que estaba en estado vegetativo, como leí después en la historia clínica”, cer