Los jardines de Lomas registran bajas de alumnos y atrasos en los pagos
a partir de la suspensión de clases y por el parate económico.
Las salas que más sienten la situación son las de 2 y 3 años por no formar parte de la educación obligatoria. Muchas familias no pueden pagar el bono contribución de las instituciones comunitarias o la cuota de los privados.
El parate económico provocado por el Coronavirus llevar a las familias a achicar sus gastos, y en ese recorte entraron los jardines, sobre todo para quienes llevan a sus hijos a salitas de 2 y de 3 que son obligatorias para el sistema educativo nacional, es decir, si los chicos no asisten no pierden la escolaridad. Por eso, estas instituciones, sobre todo los jardines comunitarios, atraviesan una delicada situación, con atrasos en los pagos e incluso una baja en la cantidad de alumnos.
El Jardín Comunitario Los Amiguitos, de Albertina, cuenta con 230 inscriptos, pero la situación económica que atraviesan los vecinos hace que sólo 42 familias (18%) abonaran el mes de abril y, por el momento, 6 lo hicieran en mayo. “Las cuotas van de $700 a $1.400 y nosotros dependemos de ese ingreso. Por la pandemia bajamos un 50% el precio y hay padres que aun así no los pueden pagar, es muy desesperante”, contó Nancy De León, la directora del jardín, que sabe que más de 50 jardines con esta modalidad pasan por realidades similares.
“El lunes tuve que llamar a las docentes para informarles que no les podemos pagar ni la mitad. Además, debemos abonar los impuestos y la cobertura médica, me hace acordar a la crisis de 2001 y creo que es peor, si sigue así vamos a quebrar”, agregó De León.
Cabe destacar que las maestras siguen con los trabajos pedagógicos, con el objetivo de que no se corte la cadena de aprendizaje de los chicos, pero su situación laboral es muy preocupante. De todas maneras, aseguró que el Municipio ayudó mediante bolsones de alimentos para los vecinos del lugar.
María Belén Correa trabaja en el Jardín Comunitario Frida Kahlo, ubicado en Budge, que cuenta con aproximadamente 140 alumnos en todas sus salas, aunque ya sabe que 6 de ellos no continuarán en el jardín. “Les cobramos menos de la mitad del bono y los que pagaron en marzo se lo prorrateamos para abril y parte en mayo. Los padres saben que esa plata va a ser destinada a los sueldos de las maestras y el alquiler”, dijo la coordinadora y explicó que, pese a las dificultades existentes, siguen con las actividades para todos los chicos: cuadernos y agendas para los más grandes y manualidades para los más chicos.
El sector privado no se encuentra excluido de esta problemática. La mayoría de las instituciones registran bajas de alumnos y realizaron descuentos en las cuotas, aunque ofrecen la posibilidad de conversar cada situación con cada familia para evitar que el alumno deje el jardín.
Desde el Modelo Lomas, por ejemplo, realizan un descuento que tiene que ver con la merienda que los niños no están consumiendo y otro descuento en la cuota, que luego será abonada en diciembre, para hacer más livianos estas semanas de cuarentena.
Desde el Colegio Westminster, de Banfield, explicaron su situación. “Desde nuestro colegio actuamos con rapidez para ayudar a las familias con descuentos para salas de 2 y 3 años y así mantener la matrícula. De todas maneras, tuvimos una baja de alumnos del 10%”, contó Gabriela Bonilla, la directora de la institución de modalidad bilingüe. El colegio explicó que no exigirá que las familias paguen en tiempo la cuota, ya que lo que priorizan los directivos y los docentes es la continuidad pedagógica, de manera virtual.
Para finalizar, Sabrina Mujico, mamá de dos nenes de 2 y 5 años que asisten al Jardín Westminster, dio su opinión personal respecto a la situación: “La cuota la tratamos de pagar, entendemos que hay docentes detrás que no dejan de trabajar para garantizar la educación de nuestros hijos y necesitan el cobro de su sueldo. Desde el colegio nos hicieron un descuento muy significativo y esos gestos se valoran