Las inmobiliarias de la región esperan poder reabrir sus oficinas y presentaron propuestas
Panorama local. El Colegio de Martilleros de Avellaneda-Lanús armaron un protocolo que llevaron a los municipios para la reapertura de locales. Hoy trabajan de manera limitada, acotada a la cuarentena.
El mercado inmobiliario atraviesa una importante crisis a raíz del parate de actividades que generó la cuarentena por el Coronavirus. A horas del anuncio de la extensión del aislamiento obligatorio, desde el Colegio de Martilleros de Avellaneda-Lanús presentaron un protocolo sanitario a los municipios para la reapertura de locales.
El mismo apunta a acondicionar la atención de las oficinas inmobiliarias en la zona estableciendo horarios de trabajo, limpieza específica en distintos momentos del día, la utilización de elementos preventivos como barbijos y alcohol en gel, el respeto de la distancia social y la ventilación del lugar, entre otras cuestiones.
El objetivo es que estos negocios puedan brindar los servicios mínimas de atención como intermediar entre locatario y locador, hacer pagos de impuestos, servicios y alquiler, tasaciones o concreciones de compra-venta.
La solicitud se realiza en medio del pedido que ya elevo el Colegio de Martilleros bonaerenses a través de una carta al gobernador Axel Kicillof. “Habiendo detectado que ya varios municipios han dispuestos normativas para habilitar el ejercicio profesional en el marco de la administración de alquileres y a los efectos de lograr una disposición desde gobernación que unifique criterios que apunten a lograr el más óptimo control en la prestación del servicio, requerimos una disposición en tal sentido”, indicaron.
Desde la Inmobiliaria y Constructora ST, con sede en Lanús, indicaron que la situación del mercado es bastante delicada. “La actividad venía muy estancada y con la cuarentena se complicó todo. Las ventas están prácticamente paralizadas entonces las inmobiliarias dependen de los contratos y de la administración de los alquileres. Estando cerrados es todo más difícil”, señaló Martín Suárez Torrico. La caída en la compraventa en la Provincia es del 44% y se vislumbra un panorama aún peor para abril con todo el mes en cuarentena.
En relación a la situación de inquilinos y propietarios, las inmobiliarias también sufren complicaciones. El decreto que congeló alquileres y alargó plazos de pagos los obligó a reacomodarse. “Muchos propietarios fueron a cobrarle al inquilino directamente. Uno como inmobiliario quiere evitar el contacto directo porque generalmente no suelen tener buena relación entre ellos y porque vivimos de la administración. De allí nuestra intervención”, resaltó.
Sobre el DNU, Suárez Torrico agregó: “El esfuerzo es compartido. El propietario no cobra la actualización del alquiler aunque si el monto que tenía hasta ahora y, por otra parte, se le da una mano al inquilino que está complicado con sus ingresos. Desde esa lógica, tiene sentido la medida”.
Siguiendo esta línea, desde ST se acoplaron al pedido de reapertura de las oficinas y resaltaron que éstas serán “épocas en las que hay que tener paciencia”. “Es difícil intervenir como inmobiliarias. Hay que tratar de hablar con las dos partes, estarle un poco encima al inquilino para que cumpla y al propietario pedirle paciencia. Muchos propietarios eligen no complicar las cosas y esperar que la situación se normalice para cobrar lo que les corresponde, y también muchos inquilinos que tienen poder adquisitivo no se abusan de los beneficios y pagan a término