La Unión | LOMAS

“El cuerpo va en una bolsa especial y se coloca en el cajón, en el mismo hospital donde se produjo el deceso"

servicios sin velatorios.

La pandemia del Coronavirus transformó la forma de trabajar en las cocherías de Lomas, donde toman todas las medidas de precaución. El féretro se traslada directo al crematorio o al cementerio, que sólo permite el ingreso de 4 personas.

La cuarentena y el aislamiento obligatorio debido al Coronavirus afecta a las cocherías de la zona a la hora de trabajar y de ofrecer los servicios fúnebres a quienes pierden un ser querido. Se trata de una situación particular, ya que el servicio se lleva a cabo de forma directa, es decir, sin el velatorio, lo que priva del último adiós, y con un máximo de 4 personas para ingresar al cementerio. Pese a ello, desde las cocherías locales aseguraron que los vecinos entienden la delicada postura.

“No hay despedida, ni ningún tipo de ceremonia. Tampoco estamos brindando el servicio del coche de acompañamiento hacia el cementerio”, indicó Daniel López, de la Cochería Lázaro Costa (Portela 400).

Daniel, dueño de Sepelios Lafuente (Garibaldi 900), contó que el trabajo decayó bastante en este último tiempo, aunque desconoce las causas, y mencionó las medidas de prevención para atender a los vecinos: “Tengo a disposición barbijos para utilizar en la oficina, tanto para ellos como para mí”.

Sobre las presuntas muertes por Covid-19, aseguró no haber hecho ningún servicio de estas características. En coincidencia con su colega, Marcelo Hruszczak de la Cochería Cerrito (Cerrito 1100), contó que colocaron una cortina de PVC para aislarse de los clientes y que los papeles se entregan mediante una ranura.

En cuanto al procedimiento de una persona fallecida, explicó que el cuerpo, una vez retirado del lugar y tomando todas las medidas de seguridad sanitaria para los empleados, se lleva de forma directa al cementerio o crematorio y sólo en algunos casos pasa primero por un depósito de la cochería.

“El cuerpo va en una bolsa especial y se coloca en el cajón, en el mismo hospital o clínica donde se produjo el deceso. Antes de trasladarlo, tienen que estar listos todos los trámites correspondientes”, dijo Lafuente. López, que trabaja hace 30 años en el lugar, agregó: “Con el ataúd incluido, el 90% va a cremación y el porcentaje restante se lleva al cementerio”.

Tanto en los cementerios estatales como privados en la Provincia de Buenos Aires, la cantidad máxima permitida para despedir al fallecido es de 4 personas, limitado para el círculo familiar más íntimo. Al referirse al crematorio, tratan de que directamente no asista nadie para evitar aglomeraciones. “No se permiten las misas en ningún lugar”, acotó Lafuente. “Es una situación crítica y generalizada para cualquier persona, sea cual fuese la causa de muerte, porque al fallecido se le practican los análisis por presunto Coronavirus pero los resultados llegan después. En el certificado aparece como causa de muerte ‘presunto Covid-19’, la estadística es muy floja en ese aspecto”.

“Les explicamos las condiciones establecidas y la gente por suerte lo entiende y lo acepta”, relataron desde Lázaro Costa. “En los pocos servicios que realicé, los familiares no tuvieron nada que objetar, al contrario, tienen miedo por toda la situación”, concluyó Daniel Lafue

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