Abrir, pero cuidar a los empleados, la receta de un autoservicio quilmeño
EN QUILMES. Damián Álvarez, dueño de un local que hace tres décadas funciona en La Florida, confeccionó un armazón de fierro y plástico para proteger a las cajeras, quienes son las que más contacto poseen con los clientes.
El Autoservicio Hugo, situado hace más de 30 años en la localidad de Villa La Florida (Quilmes), es uno de los tantos comercios que se encuentran excluidos del cese de actividades y abren sus puertas a diario para garantizar la alimentación a los vecinos, pero con recaudos para evitar el contagio del Coronavirus: crearon una estructura de fierros y plásticos para proteger a las empleadas que se encuentran en las cajas, ya que son las que más contacto directo poseen con los clientes.
Dicha estructura posee forma de C y protege tanto los laterales como el frente de la persona encargada de atender y cobrar. El armazón finaliza cerca de la cinta por la que se transporta la mercadería, con el objetivo de dejar ese espacio libre para la movilidad de los brazos y manos de las cajeras para manipular los productos.
“Quienes trabajan en este lugar cuentan con guantes para manipular los productos y alcohol en gel a su disposición para cuando lo requieran, pero veo que algunos clientes no toman los recaudos necesarios para protegernos entre todos, como la distancia entre uno y otro”, detalló Damián Álvarez (40), dueño del autoservicio.
Su padre comenzó con la actividad comercial en 1978, con una carnicería. "Con el paso del tiempo fuimos añadiendo servicios hasta llegar al autoservicio que hoy tenemos, el cual abarca casi todos los rubros, como perfumería y fiambrería. Es la única sucursal que tenemos porque es un negocio familiar”, contó Álvarez acerca de los inicios del histórico local de barrio.
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