“Priscila y Martín fueron dos víctimas de brotes psicóticos”
.
La psicóloga María Alejandra Sierra trató de entender y explicar qué pasó en la psiquis de dos madres que fueron acusadas de asesinar a sus pequeños hijos.
En los dos últimos años, zona Sur fue escenario de dos crímenes aberrantes que tuvieron como protagonistas a mamás que mataron a sus hijos. Para tratar de entender qué pasó en la
psiquis de Adriana Cruz y Silvia Lafuente, la psicóloga María Alejandra Sierra ensayó una explicación.
Para Sierra, tanto Martín Vázquez (el hijo de Cruz, de 6 años, que fue ahogado en un jacuzzi de San Vicente) como Priscila Lafuente Leguiza (la nena de 7 años “molida a golpes” y prendida fuego en Berazategui) fueron víctimas de “un brote psicótico”.
“En ambos casos, se puede ver que hay una pérdida del contacto con la realidad, y se ejecuta un acto sin culpa, con una proyección de furia hacia los nenes”, explicó.
A modo de ejemplo, mencionó “al acto de mirar a la cara” que realizó Adriana Cruz cuando ahogó a Martín en el jacuzzi.
Y con respecto a Priscila, nombró lo que sucedió en la parrilla de una casa de Berazategui, donde la nena fue parcialmente incinerada cuando ya estaba muerta.
“En esas conductas se ve la pérdida de contacto con la realidad, porque una persona que se encuentra bien no puede ahogar a su hijo, y tampoco puede permitir que lo golpeén y lo prendan fuego como si fuese un trozo de carne”, explicó.
En el caso de Priscila dijo, además, que “no se percibió” un vínculo maternal al conocer que la nena no le decía `mamá`.
“Por más que los padres estén separados, los hijos se refieren a ellos como la mamá o el papá. Eso con ellas no sucedía”, dijo.
Para la Justicia, ambas son imputables porque “comprendieron el daño que estaban realizando”.
La venganza de Adriana Cruz
El martes 20 de marzo de 2012, en el country San Eliseo de San Vicente, apareció ahogado Martín Vázquez. El nene, de 6 años, fue hallado en el baño de su mamá, Adriana Cruz (41). Ese día, como la mujer no quería abrir la puerta de su pieza, la mucama llamó a un empleado de seguridad que la obligó a dejarlo pasar. Al entrar, descubrió que la ex esposa de un contador -que la había dejado por otra mujer- tenía cortes en las muñecas y había tomado varias pastillas y escrito las paredes con insultos para el padre de sus tres hijos. Cuando le preguntó por Martín, ella le respondió que estaba muerto; el hombre entró rápido al baño y lo halló ahogado en el jacuzzi. Al otro día, Cruz le confesó a un periodista que lo había matado para vengarse de su ex. Más tarde, se ahorcó con una media en la cárcel.
La ira de Silvia Lafuente
Priscila Lafuente Leguisa fue hallada asesinada en un arroyo de Berazategui. La Policía la encontró luego de que su madre, Silvia Lafuente (34), denunciara su desapareción. El cuerpo de la nena, de 7 años, estaba en una bolsa de nailon, golpeado salvajemente y prendido fuego.
En la comisaría, el padrastro y pareja de Silvia, Pablo Visconti, contó que la nena había muerto el sábado 4, luego de que el viernes a la noche la mamá le pegara una paliza y la mandara a dormir. Dicen que la atacó porque Priscila no le decía mamá -hasta octubre había vivido en Lanús con su papá- y porque le pedía que la llevara de nuevo con él.
Una cámara de seguridad mostró que la pareja y dos hijos de la mujer llevaron el cuerpo en un carro de bebés hasta un arroyo. La pareja quedó detenida.