Tragedia sin culpables

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POR Agustín Menghini

En la tarde del 23 de junio de 1968, 71 hinchas murieron durante una avalancha en la Puerta 12 de la cancha de River en lo que fue la tragedia más grande que tuvo nuestro fútbol. En aquel momento, se habló de accesos cerrados y molinetes que trabaron la salida, pero los sobrevivientes afirmaron que la represión policial de la dictadura de Onganía fue la responsable de un hecho que, para la Justicia, no tuvo culpables. Boca y River empataron 0 a 0 en el Monumental por el Interzonal del Torneo Metropolitano en una disputa que no tuvo atractivos salvo por la travesura de Angel Clemente Rojas (“Rojitas”), quien le robó la gorra a Amadeo Carrizo. El arquero se negó a comenzar el partido hasta que le devolvieron su preciada cábala. Todo esto quedó en anécdota debido a la triste noticia que se dio a conocer horas después: 71 hinchas habían muerto asfixiados y aplastados en una avalancha cuando intentaban salir por la Puerta 12 del sector visitante (actual sector L de la tribuna Centenario). En algo coincidieron todos: la iluminación de la escalera era inexistente, el piso estaba resbaladizo y no había pasamanos ni barandas. Faltaba menos de un año para el Cordobazo, uno de los estallidos sociales más grandes de la historia argentina, y la resistencia a la dictadura estaba latente. “Era un domingo muy frío de invierno, había mucha represión y la salida estaba oscura, con las escaleras mojadas y las puertas haciendo embudo. Logré salir porque fui uno de los primeros y los que fallecieron fueron los que no soportaron la presión”, contó el sobreviviente Héctor Novera, quien en ese momento tenía 12 años (la edad promedio de las víctimas era de 19). La justicia citó a declarar a dirigentes de River por una “presunta” negligencia, pero todo quedó en la nada. Mientras que desde la AFA ofrecieron dinero a los damnificados para que no realicen denuncias. “No había puerta, no había molinete, era la cana que pegaba con machete”, cantó la hinchada de Boca en los partidos posteriores a la fatídica tarde. El juez Oscar Hermelo ordenó la prisión preventiva de Américo Di Vietro y Marcelino Cabrera, intendente y capataz de River, y dispuso un embargo de $200 millones contra ambos y el club. Pero los camaristas Raúl Lacasa, Jorge Quiroga y Ventura Esteves sobreseyeron a los imputados y levantaron el embargo al considerar que las pruebas demostraban que, antes de haber terminado el partido, todos los obstáculos habían sido removidos. A casi cinco décadas, muchas organizaciones sociales y grupos de hinchas siguen homenajeando a las víctimas de la Puerta 12 y rememorando la tragedia para que no quede en el olvido.

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