Temperley puso el corazón, pero no pudo evitar la caída
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El Celeste hizo méritos hasta el final, pero se quedó sin resto y no le alcanzó para engrosar el promedio.
El gol fue de Mauro Guevgeozian. El aplauso del final, en reconocimiento a la entrega, fue el mejor mimo al alma de los jugadores de Temperley. Los hinchas, que al igual que el equipo empujaron hasta el final, se fueron del Beranger masticando la derrota, pero sabiendo que este Gasolero no se entregará fácil y peleará hasta las últimas fechas para ganar la batalla de la permanencia.
El equipo de Gustavo Álvarez se encontró con un sólido Central, con jugadores de experiencia que marcaron los tiempos del primer tiempo y hasta le hicieron precio. Ibáñez fue puro reflejos ante un tiro libre que se desvió en la barrera, después Trucco (de floja noche) se comió un penal de Peralta a Carrizo.
Hasta arriba llegó Leguizamón, para sacarle astillas al palo derecho. Y el gol. Golazo por la jugada colectiva, que inició y terminó Camacho previa apertura de Ruben para el centro de Fernández desde la izquierda.
¿Y Temperley? Bien Di Lorenzo en el armado y mejor Ozuna complicando a Ferrari en velocidad. El local despertó con arrebatos de Figueroa, Guevgeozian y un tiro libre de Chimino sin mucha fuerza. Pero Central, cada vez que atacaba, metía miedo.
Ruben, picándola sobre Ibáñez, dejó la pelota en el techo del arco. En el complemento, el Gasolero ajustó, presionó en sectores clave y no dejó pensar demasiado al adversario. Llegó, después de tanta búsqueda, el gol de Guevgeozian, de media vuelta tras un cabezazo de Aguirre.
Pero lo disfrutó poco, apareció Ruben como buen goleador con un derechazo y dejó inmóvil a Ibáñez. Temperley dejó el alma en busca de la igualdad, lo buscó por todos lados, y no encontró su premio. Igual, perdió una batalla. La guerra contin