Trabajar la mente, la receta de Ayala para potenciar su rendimiento

El arquero de Temperley concurre una vez por semana al centro de entrenamiento Ácumen, que utiliza la neurociencia aplicada al deporte, para mejorar su nivel a través de una metodología de trabajo que combina el trabajo físico con el mental. “Me ayudó a ordenarme, que es algo que me estaba faltando”, señaló el 1 del Gasolero.

Por Matías Mazzocchi

Ya hace un tiempo que el aspecto físico dejó de ser lo único importante en el entrenamiento habitual de un deportista y en la escena entró otro elemento de gran valor: la preparación mental. Y cada vez son más los atletas de elite que lo utilizan para potenciar su rendimiento.

El arquero titular de Temperley, Josué Ayala, es uno de los tantos futbolistas que buscan mejorar su nivel con este entrenamiento que, a través de un trabajo cognitivo,  apunta a la fijación de objetivos, a reducir el estrés y también la presión dentro de los partidos. Se apunta a ejercicios mentales, también físicos, con el objetivo de conseguir una preparación más integral y poder abstraerse de los momentos complicados que pueden llevarlo a la desconcentración.

Y hace tres meses, con esa premisa, se acercó al centro de entrenamiento físico mental Ácumen Sports, justo en la semana posterior a la derrota por 4-1 contra Defensa y Justicia, para trabajar estas cuestiones y rápidamente notó una mejoría. “Es una metodología de trabajo que ayuda a ordenarte, que era algo que me estaba faltando, y creo que los resultados se vieron rápido”, destacó el portero del Gasolero. Y en ese sentido, amplió: “A veces es difícil abstraerse de algunos momentos complicados o de malos resultados seguidos. Y  frente a esto, si uno no está fuerte de la cabeza, se puede desconcentrar y no es lo ideal. Hay que buscar una concentración pareja”.

Marcos Pisoni, médico, es uno de los encargados, junto con Juan Macaya, de trabajar una vez por semana con Ayala en Ácumen  y lleva adelante los entrenamientos con aparatos de última tecnología, con los que monitorean la actividad del cerebro en vivo, controlan la frecuencia cardíaca y también realizan los distintos tipos de ejercicios.

La rutina de dos horas consiste en una primera de práctica físico mental, donde se trabaja sobre la toma de decisiones en altas pulsaciones; y en la segunda, se apunta a lo mental.  Se enfocan en determinadas áreas: velocidad de procesamiento, velocidad reacción, atención sostenida y dividida y el entrenamiento visual, que se realiza con unos lentes que se prenden y apagan y se basa en un ejercicio en el que, con la mano inhábil, arma un rompecabeza y con la otra, la hábil,  ataja pelotas chicas. “Es un trabajo multitarea que apunta a la visión periférica y a la reacción, y genera nuevas sinapsis neuronales de la mano inhábil”, comentó Pisoni, uno de los profesionales del centro.

“En Ácumen se realiza un entrenamiento no sólo físico, sino también mental. Consiste en entrenar los sentidos, concientizar al deportista a través de hábitos, actividades y valores y se hace hincapié en técnicas de respiración y de reducción de la presión para que el deportista se concentre en lo que tiene que hacer dentro de la cancha”, agregó el doctor.

¿QUÉ ES ÁCUMEN? Es un centro de entrenamiento que trabaja la neurociencia aplicada al deporte, fundada por los hermanos Fossati hace 10 años y que nació como idea netamente argentina. Hoy ya cuenta con franquicias en Europa y Malasia. Y durante este tiempo fue utilizada por muchos atletas: futbolistas, automovilistas, tenistas, rugbiers y también distintos seleccionados argentinos, como por ejemplo Los Pumas, han pasado por Ácumen, que cuenta con sedes en Núñez, el Autódromo de Buenos Aires y Mendoza.

Justamente, la sede que se encuentra en el Autódromo de Buenos Aires, donde Ayala una vez por semana realiza su jornada de entrenamientos, se concretó por iniciativa de la Asociación Argentina de Volantes, que tiene como presidente a Juan María Traverso, con el objetivo de que sea utilizado por los corredores de las distintas categorías y también por otros deportistas para potenciar sus rendimientos a través del trabajo de la mente. Ayala es uno de ellos. En sus últimos rendimientos se vieron los resultados. Y el Gasolero lo disfruta.

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