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Benedetto entró un ‘ratito’ y le dio la victoria al Xeneize

Ganó y se ilusiona. Boca no encontraba el camino para abrir el partido ante Palmeiras y el delantero apareció por duplicado: primer con un cabezazo letal y luego con un potente disparo cruzado. En una semana se define en Brasil el pase a la final de la Copa Libertadores.

Boca viajará a Brasil con algo más de alivio y eso es gracias a Darío Benedetto. El delantero ingresó faltando menos de 15 minutos para el final y marcó los dos goles de la victoria ante Palmeiras.

Que el equipo de Barros Schelotto no viene de grandes actuaciones ya era sabido. Sin embargo, el partido especial y un marco diferente hacían creer en la previa en una actuación más lúcida del Xeneize. Nada más lejano.

Ante un rival de idéntica floja labor, Boca no encontró espacios ni tuvo claridad. Pareció estar muy atado al aspecto defensivo (con un triple cinco de específica marca y alguna buena intención) y con serias dificultades para trasladar la pelota con criterio. Recayó constantemente en pelotazos para Wanchope salteando líneas y conexiones, o en intentos de profundidad de los laterales sin suerte.

Las únicas dos oportunidades de cierta peligrosidad en el primer tiempo fueron un cabezazo de Izquierdoz y un remate de Olaza de lejos, como muestra de la falta de creatividad.

En el complemento, el Mellizo percibió ese déficit y mandó a Villa a la cancha. Rápidamente, el colombiano escaló dos veces y colocó sendos centros, algo -al menos- diferente a lo que había ocurrido antes.

Pese al dificultoso panorama, Boca fue el dominador casi absoluto del partido. Palmeiras rechazó de raíz la posibilidad de buscar el arco contrario salvo por alguna ocasión aislada y producto de errores Xeneizes. Y lo terminó pagando caro.

El segundo cambio de Barros Schelotto fue el ingreso de Benedetto y este le rindió  al 100%. Faltando 10 minutos para el final, Weverton le sacó un tiro libre al ángulo a Olaza y de ese córner vino el gol. En el aire, el goleador desde el banco metió un potente cabezazo y marcó el 1-0.

Y a los 43 apareció de vuelta. Recibió, giró en la puerta del área y cruzó un disparo abajo para el 2-0. El olfato goleador del nueve suplente pudo más que un partido chato y por eso Boca viajará más tranquilo a Brasil para definir el pase a la final de la Copa.

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