Juan José hace girar la Calesita Don Juan, un símbolo de la Grigera

un entretenimiento que convoca a distintas generaciones.

Basteguieta lleva 45 años al frente del carrusel “más viejo” de zona Sur, que data de la década del 30. Un repaso por su historia.

Gira y gira. Dicen que el éxito de una calesita no se mide por las vueltas sino por las sonrisas a bordo. Y de eso sabe la histórica Calesita Don Juan, “la más vieja” de zona Sur, que funciona desde 1949 en la Plaza Grigera y fue reconocida por el Municipio de Lomas como calesita oficial.

Hoy sus titulares son Juan José Basteguieta y su esposa Delia Santarelli, pero su historia va más allá de ellos. “En el 36, esta calesita estaba en Paso y Manuel Castro. Originalmente funcionaba en el patio Andaluz, en un terreno de la Municipalidad, nos pasaron a la esquina donde está la plazoleta y luego a la plaza. Tuvo cuatro locaciones y traslados. Esto era todo tierra, todo quinta”, recuerda Juan José, quien agrega que ellos llegaron a hacerse cargo cuando el padrino de uno de los hijos del español Don Juan los contactaron.

¿Quién no se ha subido alguna vez? El cantante Axel y sus hijos, el futbolista Clemente Rodríguez, Sergio Lapegüe, sus hijos y sus sobrinos, Gloria Carrá con su hija Ángela Torres, el boxeador Gonzalo “Patón” Basile la disfrutaron. “Tenemos mucha gente que han venido ellos traídos por sus padres y hoy en día son abuelos y traen a sus nietos. A Lapegüe lo traía la mamá. También vinieron concejales, deportistas, actores. Está ubicada estratégicamente en la plaza más importante de Lomas y frente a la Municipalidad”, agrega Juan José, quien lleva 45 años de calesitero y experto en la sortija, una tradición que mantienen a pesar del paso del tiempo: “Es un premio al chico para que se esmere”. La sortija también está a cargo de Horacio, quien hace 17 años trabaja junto a esta pareja y junta los boletos.

Fue reconocida por el Municipio de Lomas como calesita oficial.

El invento de este entretenimiento viene del siglo pasado, cuando los franceses habían inventado un disco que giraba y ellos se subían arriba. Luego se fue modernizando, algunos le agregaron asientos, otros luces, dibujos, música. Y el mantenimiento, en la actualidad, es muy caro. “El carrousel anterior era de madera. Reciclamos todo cuando el dólar estuvo 1 a 1”, recordó Juan José, y con sólo ese dato ya cuesta imaginar cuánto podría ser el costo ahora.

Los gustos de los chicos fueron variando, pero hay algunas cuestiones que se mantienen. “Si bien hay distintas figuras a los chicos les gustan los caballitos. Los varones prefieren más los autos y las nenas son más diversas, eligen el lince, se pasan al burrito, de vez en cuando va al autito, se diversifica más”, cuenta Juan José, ante la mirada de Delia, que también atiende el kiosco que funciona al lado de la calesita.

Y la música acompaña. Pero nada de Maluma, reggaetón ni CNCO, en la Grigera siguen sonando temas infantiles: Topa, Adriana, y los más antiguos también, junto a juegos electrónicos que se sumaron para ofrecerles más opciones a las familias que se acercan. “Dentro de todo es uno de los divertimentos más baratos, entonces las mamás y papás y abuelos pueden disfrutar este momento”, cierra, y agrega: “En Lomas hay bastantes porque el Municipio ayuda mucho a quienes quieran

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