Rubén García Mele, un temperlino entre la escultura y la fotografía

Historia de vida . Autodidacta en ambas disciplinas y con un llamativo parecido con Paul Cezanne, es uno de los organizadores de la Noche de Arte, una movida que repite desde hace años.

De carácter autodidacta, Rubén García Mele es un escultor y fotógrafo vecino de Temperley desde hace más de 15 años y también en este barrio tiene un local de materiales para artes visuales desde hace un lustro, ubicado en 25 de Mayo 62.

Además de estas labores profesionales, es uno de los organizadores de la Noche de Arte de Temperley, que este año tendrá lugar el sábado 8 de diciembre, entre las 18 y las 23, con una nutrida agenda de actividades gratuitas y aire libre.

“Es una movida artística que venimos haciendo desde hace 11 años, es como un resurgimiento de la zona comercial de Temperley y se hace sobre 25 de Mayo. Va a ser una gran exposición de arte con 100 obras de 100 artistas, stands con venta de productos y música en vivo”, le comenta Rubén a La Unión.

“me gusta el trato con la gente, me hace feliz”, aseguró mele, que prepara todo para el 8 de diciembre.

Este artista es vocal de la Cámara de Comercio y durante esta movida va a oficiar de coordinador de las artes visuales y de los espectáculos en vivo.

“Florencia Menéndez está haciendo murales en los frentes sobre 25 de Mayo. En general se suma mucha gente, tenemos un gran acompañamiento y eso ayuda”, acota este artista de vitales 70 años.

¿El Cezanne de Temperley? Quizá por su tupida barba, a Rubén García Mele le encuentran un parecido con Paul Cezanne, el notable pintor impresionista francés.

“Me parezco físicamente y lo reconozco en algunos autorretratos de él. Muchos me conocen por Cezanne, me lo tomo con humor”, dispara Rubén.

Este artista, que nació en Llavallol y desde hace 16 años vecino de Temperley, tuvo una distribuidora de pinceles, bastidores y otros artículos vinculados al arte y desde hace casi un lustro tiene su local. “Me gusta el trato con la gente, me hace feliz”, apunta.

Rubén comenzó en otra rama del arte, antes de meterse en la fotográfica. “Yo soy escultor y espero seguir siéndolo, es una disciplina que me acompaña desde siempre”, comenta. Con sólo 17 años hizo su primer monumento, dedicado a Manuel Belgrano y ubicado en Tristán Suárez. Además, en La Pampa está emplazado su monumento a la madre y en Adrogué esta una obra suya dedicada a los caídos en la Guerra de Malvinas.

En sus profesiones fue autodidacta, sabiendo encontrar el conocimiento necesario. “Soy un buscador de conocimientos, lo que necesito lo busco y siempre lo busco en los mejores”, sentencia.

En la fotografía supo vincular a la escultura, su gran pasión. “Me gusta toda la fotografía, más la fotografía artística y los desnudos, lo mío es dentro del estudio. Me gustan el volumen y la luz, es una buena forma de relacionar a  las dos disciplinas”, explica.

También le da placer las fotografías de la naturaleza, mientras que evita los trabajos de fotógrafo social, una profesión que según él tiene a ir desapareciendo.

Con sabiduría y experiencia fue equipándose como fotógrafo, descartando los equipos que ya no necesita y afilando la puntería en los que realmente tenía que tener a mano para su trabajo diario y específico.

También sostiene que la tecnología nunca podrá superar a la tarea profesional.  “Hay celulares que pueden sacar muy buenas fotos, pero el factor humano es más importante, sin un concepto artístico no podés hacer nada”, cierra.

Tres hijos y un pasado de bailarín

Rubén García Mele en su juventud integró el cuerpo de bailarines del Ballet Brandsen, uno de los más destacados en las danzas argentinas.

Además de lo profesional, es padre de tres hijos. Valeria es bióloga y Sebástián es el “más frío” al elegir estudiar Ingeniería.

Mientras que Ezequiel, el menor, es el más cercano al mundo del arte y cursa la Licenciatura en Audiovisión en la Universidad Nacional de Lanús.

Todo comenzó en 1870

Temperley es una de las localidades que pertenecen al partido de Lomas de Zamora y tiene una superficie de unos 15 km², donde conviven cerca de 120.000 habitantes.

En 1870 George Temperley fundó un pueblo en tierras de su propiedad. Muchos años después, en 1965, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires declara ciudad a este sitio.

Lejos ya de aquellos años y hoy en día, y a pesar del ajetreo que le impone su condición urbana y su tránsito ferroviario, conserva tranquilos y característicos barrios, que guardan conexión con la historia del barrio.

Temperley, además, tiene una nutrida agenda cultural con varios espacios independientes, como Cultura del Sur, el Galón de Diabomundo y el Teatro de Las Nobles Bestias, entre ot

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