La Unión | REGIÓN

Un pedido desesperado para que Aaron pueda ir al jardín como todos los chicos

REGIÓN. Sin obra social, ni pensión de la Anses, la familia del nene que tiene el 60% del cuerpo quemado y perdió sus dos menos en un incendio intenta mover cielo y tierra para poder costear una combi que lo traslade todos los días a la Escuela Especial 508.

Alejandra desde hace días intenta mover cielo y tierra para ayudar a su sobrino Aaron. El niño, que perdió sus dos manos y sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo durante un incendio en su casa de Glew, en dos semanas arranca el jardín de infantes en la Escuela Especial 508 de Adrogué y necesita de un transporte que lo lleve y traiga todos los días.

Sin obra social y sin contar con la pensión de la Anses, a su familia se le hace imposible costear el dinero que implica contratar una combi para que lo traslade desde Glew, el lugar donde hoy vive desde la muerte de su madre, hasta el establecimiento educativo. Por eso, su tía y algunos allegados lanzaron un pedido desesperado a través de redes sociales.

La exigencia está dirigida especialmente a las autoridades de la Anses de Longchamps. Sucede que Aaron, desde la muerte de su mamá, no puede contar con el dinero de la Asignación Universal por Hijo. Tampoco puede obtener la pensión que le corresponde para poder sustentar sus gastos, no solo alimentarios, sino de salud y de movilidad.

“Solo necesitamos que Anses de Longchamps nos de un turno para ingresarlo, no es tanta ciencia. Solo que por Internet, cuando cargo sus datos, dice que me presente personalmente, y cuando llego allá, una señorita muy amable me dice que debo hacerlo por Internet. Así estamos desde diciembre, dando vueltas”, explicó Alejandra.

“Necesito costear los gastos de traslado en combi a su escuela y el dinero para comprar su medicación, ¿tan difícil es de entender?”, se preguntó la tía del chico.

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Este jueves la mujer se volverá a presentar en las oficinas de la Anses y espera obtener una respuesta. “Es muy triste todo, siento que nadie me escucha”, se lamentó Alejandra.

El 1 de diciembre de 2018, con solo cuatro años, Aarón Terruzzi vivió una verdadera pesadilla. Un incendio destruyó la casa donde vivía con su madre, en Glew, y por culpa del fuego sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo y perdió ambas manos.

Tras esta tragedia, su familia quedó en situación de calle y tuvo que acudir a la ayuda de vecinos y conocidos para salir adelante. El año pasado, Roxana, la madre del chico falleció después de una larga lucha contra el cáncer. Ahora, el nene vive con su tía y sus primos en una casa alquilada en el barrio Gorriti de la localidad de Glew.

Alejandra es docente, tiene seis chicos y está sola. La situación en la que vive es muy difícil. “Estoy tratando de ver cómo hago”, dice mientras se desvive por que Aaron tenga una vida m

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