Un rincón lleno de talento
DE PUÑO Y LETRA. Cómo surgió el Temperley Lawn Tennis Club, que se convirtió en la institución de tenis más importante de la zona y un verdadero semillero de cracks.
Hola, amigos de La Unión. Saben que me encantan las historias de superación, de quienes luchan y nunca bajan los brazos. Por eso siempre me emociona ver a Juan Martín Del Potro, un grande de nuestro deporte. La Torre de Tandil estuvo hace poco muy cerca de retirarse por las lesiones, pero continúa trabajando en la recuperación de su rodilla derecha para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio de la mejor forma.
Más allá de que últimamente sus contratiempos de salud lo hacen estar más tiempo afuera que adentro la cancha, Delpo ya se ganó hace rato su lugar -junto a Guillermo Vilas- en el olimpo de los tenistas argentinos más grandes de la historia. ¿A qué viene todo esto? A que nuestro barrio también tiene lo suyo.
Roberto Carruthers, Martín Jaite, Guillermo Pérez Roldán, el uruguayo Pablo Cuevas, Hernán Gumy, Gastón Gaudio (estos últimos dos con sus inicios en el Club Altético Temperley) surgieron de nuestras canchas de polvo de ladrillo. Lo curioso es que todos ellos pasaron por este club, el famoso Temperley Lawn Tennis Club, en Temperley Este.
Roberto Carruthers, Martín Jaite, Guillermo Pérez Roldán, Hernán Gumy, Gastón Gaudio y el uruguayo Pablo Cuevas surgieron de nuestras canchas de polvo de ladrillo.
La historia del deporte blanco en nuestro distrito comienza a principios del siglo pasado, cuando los inmigrantes británicos decidieron fundar varios clubes para pasar su tiempo libre. Así fue como en 1913 nació el más antiguo del barrio, el pequeño y pintoresco Queen's Club, que aún hoy sigue activo en Juncal 444.
Todo empezó cuando la compañía Villamil, dedicada a la exportación de cueros, le regaló un lote en la zona a cada empleado. Muchos de ellos, hijos de inmigrantes, decidieron unirse y usar el espacio para construir dos canchas de tenis. El nombre elegido fue, claro, un homenaje a la Reina Victoria de Inglaterra.
Unos años después, en 1920, la polémica definición en un torneo interno provocó una terrible pelea entre socios. Varios de ellos, enojados, abandonaron el lugar y decidieron construir su propio club a dos cuadras del Queen's, sobre la calle Ituzaingo. Con el tiempo, el Temperley Lawn Tennis Club, como lo bautizaron, se convirtió en la institución de tenis más importante de la zona y un verdadero semillero de cracks.
Todos los tenistas que les nombré arriba jugaron en la primera división del TLTC, pero quienes se hicieron desde abajo, desde la escuelita, fueron dos vecinos: Gumy y Gaudio, el campeón de Roland Garros 2004.
A pocos metros del Lawn Tennis, en Colón y Esmeralda, está el Creca (ex ECA). Pese a no tener tanta tradición, pergaminos y nombres ilustres como su vecino, las vitrinas del Creca están llenas de trofeos interclubes. La institución está ubicada en los terrenos que ocupaba antiguamente el casco de la quinta de la familia Saint.
En fin, amigos, está claro que Tandil es la capital del tenis argentino, pero hay pocas ciudades que le pueden disputar tanto ese título como Temperley Este. Todo, claro, gracias al talento de los jugadores.