Diez años sin Ernesto Sabato 

mundos personales . Un repaso por la vida y la obra de este notable escritor argentino fallecido hace una década. 

Autor de tan solo tres novelas -"El túnel", "Abaddón el exterminador", "Sobre héroes y tumbas"- y de más de veinte ensayos y siendo el segundo escritor argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes, en 1984, luego de Jorge Luis Borges, quien lo recibió en 1979, Ernesto Sabato fallecía el 30 de abril de 2.011 hace una década. 

Había nacido el 24 de junio de 1911, en la ciudad de Rojas, provincia de Buenos Aires, en un hogar de inmigrantes italianos de clase media.

A los doce años fue enviado por sus padres a cursar sus estudios secundarios al Colegio Nacional de la Plata; en 1929, ingresó a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Universidad de la Plata, donde fundó, en 1933, el Grupo Insurrexit, y fue nombrado Secretario General de la Federación Juvenil Comunista. Obtuvo su Doctorado en Física en 1937 y, en 1938, ganó una beca anual para realizar investigaciones sobre radiaciones atómicas en el Laboratorio Curie de París.

 En 1939, antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, fue transferido al Massachusetts Institute of Technology (MIT) por un año. Regresó a la Argentina en 1940 y fue docente universitario.

Durante su estadía en Europa, hizo buenas migas con el círculo de artistas surrealistas, en especial, con André Bretón, quien lo alentó en su vocación literaria. Fue entonces que comenzó a escribir "La fuente muda", su primera novela de la que solo publicó un fragmento en la revista Sur.

En 1943, decidió abandonar la ciencia para dedicarse por completo a la literatura. Se mudó a Córdoba y adoptó un estilo de vida sencillo, abocado a la escritura y a su familia. 

En 1945, publicó "Uno y el Universo", una serie de artículos filosóficos en los que criticaba la neutralidad de la ciencia y los procesos de deshumanización en las sociedades tecnológicas.

En 1948, luego de que todas las editoriales rechazaran el manuscrito de "El Túnel", este fue publicado gracias a las gestiones en Francia de Albert Camus y de Alfredo Weiss en la Argentina. La novela fue un éxito, fue traducida rápidamente a varios idiomas y llevada al cine.

Durante los años '50 publicó varios ensayos y, en 1961, "Sobre héroes y tumbas", obra considerada una de las mejores novelas argentinas del Siglo XX. 

En 1974, publicó su tercera novela: "Abaddón el exterminador", que recibió premios internacionales y que lo consolidó como uno de los escritores argentinos más importantes de todos los tiempos. 

En 1983, el presidente Raúl Alfonsín lo puso al frente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), encargada de investigar las violaciones a los Derechos Humanos por parte del régimen militar. 

Esta Comisión produjo el Informe Sábato, entregado a Alfonsín en 1984 y publicado en el libro "Nunca Más", clave para el juicio a las Juntas de la Dictadura Militar y de gran repercusión nacional e internacional.

En 1984, recibió el Premio Cervantes, el mayor galardón de la lengua española. En 1998, luego de la muerte de su esposa, publicó sus memorias bajo el título "Antes del fin" y, dos años después, "La resistencia". 

En sus últimos años de vida Sábato se dedicó a una de las que él llamaba "vocaciones primitivas": la pintura.

"En la facultad hice el doctorado en físico matemática, buscando un orden platónico en mi caos, sin dejar sin embargo de escribir y pintar", aseguró en una oportunidad. 

Falleció a los 99 años, el 30 de abril de 2011, en Santos Lugares, provincia de Buenas Aires.

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