Juicio del Pozo de Banfield: el testimonio de una nacida en cautiverio
lesa humanidad. María Ester Alonso Morales y Raúl Marciano (ex detenido desaparecido que pasó por el Pozo de Banfield) declararon en el proceso unificado de los centros de detención de la Dictadura.
Dos víctimas de la dictadura, una hija de desaparecidos nacida en cautiverio y un sobreviviente a los tormentos, declararon ante el Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata, que desde el 27 de octubre último juzga a los represores por los secuestros, torturas, crímenes y abusos sexuales cometidos contra casi 500 víctimas alojadas en los centros clandestinos de detención conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes y El Infierno, en Avellaneda.
En el marco de la audiencia 20, que se realizó ayer, se escucharon los testimonios de dos víctimas. Se trata de María Ester Alonso Morales, hija de Jacinto Alonso Saborido y de Delfina Morales, nacida en cautiverio) y Raúl Marciano (ex detenido desaparecido que pasó por el Pozo de Banfield).
"Mi testimonio es una reconstrucción histórica. Un trabajo de archivo que comencé en el año 1995 cuando estudiaba en la Facultad de Derecho de la UNLP. En ese momento me integré a la agrupación HIJOS", contó María Ester al iniciar su declaración.
"Mis fuentes son, principalmente, la palabra de mi madre, lo que me fue contando con pesar, con dolor y hasta con pudor como mujer por todo lo que le pasó. Y lo fui corroborando en expedientes penales, recursos de hábeas corpus, recortes periodísticos", agregó, antes de subrayar que tiene "toda esta documentación (?) en papel y la tengo digitalizada y la pongo a disposición de la Justicia".
María Ester subrayó lo ocurrido en agosto de 1974 en Catamarca, donde 16 guerrilleros del ERP fueron detenidos por el Ejército y fusilados en lo que se conoce como "La masacre de Capilla del Rosario".
"Mi testimonio es una reconstrucción histórica. Un trabajo de archivo que comencé en el año 1995", dijo María Ester.
A raíz de la masacre en Catamarca, el ERP decidió lanzar una campaña de represalia para que se respetaran las convenciones de Ginebra, explicó María Ester. "Es así que mi padre y sus compañeros, haciendo cumplimiento de esa decisión, se dirigen a la casa del mayor Jaime Gimeno. Disparan una ráfaga de ametralladora. Le cruzan el paso. Alertados por los disparos, el hijo de Gimeno desde el balcón del primer piso de la casa abre fuego y cae Arístides Benjamín Suarez, mi padre es herido", y fallece después. Otro compañero también resulta herido y un cuarto logra escapar. "Esto ocurrió en Banfield el 7 de octubre de 1974", afirmó María Ester.
Aunque en este juicio Raúl Marciano declaró como sobreviviente del Pozo de Banfield, antes de llegar a ese CCD pasó por varios centros de tortura y exterminio de la zona Zárate-Campana.
Era carpintero artesanal y su mujer maestra con actividad sindical. Ambos militaban en la Juventud Peronista en la zona de Escobar y él también con los curas del Tercer Mundo. Él tenía 27 o 28 años cuando un grupo de siete u ocho personas vestidas de civil disfrazadas con caretas irrumpieron a patadas en su casa de Del Viso a las tres de la madrugada. Allí vivía con su esposa, Eva Raquel de 25, y su hijo Martín, de dos años y medio.
"Martín esa noche quedó abandonado en la casa. Ha tenido relación directa con los secuestradores. Un grupo quedó en la casa. Y los vecinos también refieren el llanto y los gritos de Martín. Esa fue nuestra peor tortura. Saber que nuestro hijo estaba con esa gente", afirmó Raúl.
"Mi paso por el Pozo de Banfield fue uno de los últimos en el periplo que recorrí de mi cautiverio en ese mes que estuve desaparecido. Nosotros, me refiero a mi esposa Eva Raquel (?) Hoy estamos viviendo el aniversario de nuestro primer día de cautiverio hace 45 años", afirmó.
Atados de pies y manos los subieron a "dos autos grandes Ford Falcon o Chevrolet, y ellos se quedaron en la casa. No sé cuánto tiempo con mi hijo".
EL JUICIO
El TOF 1 de La Plata -integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basilico- juzga a 18 represores por las torturas, homicidios y ocultamiento de menores en perjuicio de casi 500 víctimas alojadas en tres centros clandestinos de detención durante la última dictadura cívico-militar.
Son juzgados, por los delitos cometidos en el Pozo de Banfield y el Pozo de Quilmes, el ex ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; al ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Etchecolatz; el ex médico policial Jorge Antonio Berges; Federico Minicucci; Carlos Maria Romero Pavón, Roberto Balmaceda y Jorge Di Pasquale. También son juzgados Guillermo Domínguez Matheu; Ricardo Fernández; Carlos Fontana; Emilio Herrero Anzorena; Carlos Hidalgo Garzón; Antonio Simón; Enrique Barré; Eduardo Samuel de Lío y Alberto Condiotti. Por los crímenes de lesa humanidad cometidos en "El Infierno" también están imputados Etchecolatz, Berges y Smart y el ex policía Miguel Angel Ferreyro.