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El zaguero de Temperley Nicolás Demartini emigró al fútbol chileno

Baja en defensa. El zaguero, una de las jóvenes promesas del Gasolero, fue cedido a Los Pumas, que jugará la Copa Sudamericana. El jugador se despidió en las redes sociales.

El defensor Nicolás Demartini continuará su carrera deportiva en Deportes Antofagasta de Chile. A menos de dos semanas para el inicio del Torneo de Primera Nacional, y a dos días de cierre del libro de pases, Temperley pierde una figura clave en la zaga central.

El futbolistas de 21 años, que integró la Selección Argentina Sub-23 (obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019), jugará en la Primera División del fútbol trasandino. Meses atrás, el nacido en Rafael Calzada estuvo muy cerca de incorporarse a Independiente, por aquél entonces dirigido por Lucas Pusineri, pero finalmente las negociaciones no prosperaron entre los clubes.

A pesar de eso, su nombre siempre estuvo vinculado a una salida de Temperley, sus buenas actuaciones, consolidado en la defensa, fueron las principales opciones para la búsqueda de nuevos horizontes. Demartini voló hacia Chile, donde buscará afianzarse del otro lado de la Cordillera, luego de haber integrado por primera vez el plantel profesional del Celeste en la temporada 2017-18 de la mano del entrenador Gastón Esmerado.

Mis amigos me insistían que vaya a aprobarme y nunca iba. No tenía a nadie que me llevara porque todos en mi familia trabajaban, hasta que un día convencí a mi vieja que me deje ir a probarme y me mandó en un remis.

Los Pumas, como se conoce al club Antofagasta, tendrá a Demartini por un año a préstamo con un cargo de $5 millones y una opción de compra de U$S400mil por el 70% del pase. 

"Llegué al club con 11 años, sin ningún objetivo a futuro, solo, con ganas de divertirme. Mis amigos me insistían que vaya a aprobarme y nunca iba. No tenía a nadie que me llevara porque todos en mi familia trabajaban, hasta que un día convencí a mi vieja que me deje ir a probarme y me mandó en un remis. A partir de ahí arrancó una historia que nunca pensé que pasaría", arrancó Demartini en sus redes sociales comentando sus inicios.

Después pasaron otras muchas cosas más, de las cuáles tampoco se olvidó: "Momentos que en mi vida no voy a olvidar, amigos que voy a tener para siempre, compañeros que me dejaron sus experiencias, anécdotas, el respeto dentro de un vestuario y muchísimas cosas más que a uno lo hacen crecer el día a día, cuerpo técnicos que me formaron no solamente como jugador, sino como persona, utileros que llegan a las 6 de la mañana para que ninguno se queje y esté todo en orden, cuerpo médico, masajistas, la gente que trabaja dentro del club que aunque no sean los más vistosos son las personas que lo mantienen todos los días hace muchos años y a uno le da gusto entrar al club y ver lo lindo que se ve, dirigentes que me dieron la posibilidad de firmar mi primer contrato como profesional".

En el párrafo final de su despedida, Demartini señaló: "Llegué a jugar 59 partidos en Primera, mal, bien, regular...pero todos los partidos crecía un poquito más. Me queda una eternidad por aprender y este es un camino muy largo. Siempre voy a estar agradecido con la gente que Gasolera que me apoyó siempre, tengas buenos o malos partidos, que iba local y visitante, frío, lluvia, siempre estaban ahí. Mi vida es Temperley y siempre estará en mi corazón. Hasta la vuelta".

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