El Jardín Mi Futuro cumple 40 años: un sueño que empezó con 14 alumnos
ANIVERSARIO. "Serruché patas de mesas y sillas para adaptarlos a las medidas de los chicos", contó su fundadora, Antonia Rodríguez, sobre los inicios de su institución.
¡Feliz cumpleaños! El Jardín Comunitario Mi Futuro de Fiorito celebra 40 años en la comunidad, cuatro décadas de cuidar, acompañar y educar a varias generaciones de chicos entre 45 días y 5 años. Una institución que nació en un comedor y que, gracias al enorme esfuerzo de Antonia Rodríguez, su fundadora, hoy puede disfrutar de los frutos. "Beba", como la conocen en el barrio, hizo un repaso de los inicios del jardín, el motivo del nombre, el festejo que tiene en mente y su emoción por semejante obra en Lomas.
El Jardín Comunitario Mi Futuro, ubicado a dos cuadras de Camino Negro, se fundó el primer lunes de marzo de 1981, en plena dictadura militar. "Eran tiempos muy difíciles, pero nunca tuvimos miedo de nada ni nadie en cuanto a la educación. Vi la necesidad de los vecinos y así surgió la institución", empezó a contar Antonia Rodríguez, la fundadora y el pilar principal para la existencia del jardín.
Serruché patas de mesas y sillas para adaptarlos a las medidas de los chicos. Todo era reciclado, mi casa funcionaba como sala de lunes a viernes y como comedor los sábados y domingos.
Con una primera matrícula de 14 niños fue que se comenzó a escribir la historia de la institución. "Serruché patas de mesas y sillas para adaptarlos a las medidas de los chicos. Todo era reciclado, mi casa funcionaba como sala de lunes a viernes y como comedor los sábados y domingos", aseguró, casi que poniéndose nuevamente en aquellos zapatos que tuvieron que trabajar y esforzarse para lograr el tan anhelado sueño. Rápidamente dijo: "Había mucha precariedad en el barrio, con caminos de tierra, y prácticamente no teníamos nada, fue todo muy a pulmón".
"El nombre surgió por lo que yo quería para el barrio y, en especial, para los chicos. Pienso que toda persona tiene que tener una meta y un proyecto de vida, a eso yo le llamo futuro", explicó la docente sobre la elección del nombre que tan bien los representa.
Hoy en día, cerca de 300 familias confían en el trabajo de este jardín comunitario. Chicos desde 45 días hasta los 5 años asisten a la institución. "Muchos de los que fueron alumnos míos ahora vienen a dejar a sus hijos, eso es un orgullo enorme. Ver pasar distintas generaciones me hace decir a mí misma 'Beba, tarea cumplida'", dijo Antonia, notablemente emocionada, que luego contó una anécdota sobre uno de sus alumnos que ahora vive en el exterior: "Vive en Nueva York y estoy en permanente contacto con él, me contó que tiene un hijo y que le hubiese encantado que fuese educado en nuestro jardín, en Fiorito".
Mi Futuro (Baradero 1277) actualmente cuenta con ocho salas, una dirección, una cocina, un amplio salón de usos múltiples gracias al Municipio de Lomas y un patio para las actividades recreativas de los alumnos. "Somos un grupo de 20 mujeres que ponemos el alma y el corazón por el jardín", sostuvo "Beba".
Muchos de los que fueron alumnos míos ahora vienen a dejar a sus hijos, eso es un orgullo enorme. Ver pasar distintas generaciones me hace decir a mí misma 'Beba, tarea cumplida'.
La pandemia no les va a permitir hacer un festejo acorde a la importancia del aniversario. De todas maneras, Antonia aseguró que alguna celebración se llevará a cabo, con los protocolos correspondientes, "para que no pase desapercibido un día tan importante para nuestra comunidad".
"Hoy, a los 70 años, puedo decir que soy muy feliz por lo que logré concretar y espero poder estar todavía un tiempo más", dijo "Beba" sobre las ganas de contribuir en la educación inicial. De todas maneras, sabe que el legado está en buenas manos: su hija, que este año también cumplirá 40 años, también trabaja en el jardín y, posiblemente, sea quien alimente el futuro de muchísimos chicos de Fiorito, tal como lo soñó alguna vez Antonia.