Asi avanza el plan de vacunación en el Hospital de IOMA
coronavirus. En el centro de salud de San José, Insaurralde supervisó la campaña que está destinada a docentes y auxiliares en la antesala del regreso a las clases.
El Intendente Martín Insaurralde visitó el Hospital de IOMA Gabriela Carriquiriborde, ubicado en San José, donde están vacunando contra el Coronavirus a docentes y auxiliares en la antesala del regreso a las clases presenciales en marzo.
"Entre personal de salud, docentes y auxiliares, desde enero ya vacunaron a más de 500 personas registradas en el Plan Buenos Aires Vacunate. Estamos dando pasos muy importantes", señaló Martín, quien agradeció a "Alberto Fernández, Axel Kicillof y a quienes hacen esto posible".
En la carpa armada especialmente para la campaña reciben a los y las docentes que primero deben confirmar sus datos. Luego de aplicarles la primera dosis de la vacuna son acompañados a una sala de espera en la que, tras 30 minutos de observación para chequear posibles reacciones adversas, se retiran con un carnet y les explican que les van a hacer un seguimiento por teléfono y mail.
"Con solidaridad y trabajo articulado vamos a superar los desafíos que nos presente esta pandemia. Agradezco el recibimiento a Raúl Sánchez, Adriana Muszlo y a Lucas Biro, director ejecutivo, directora médica y director administrativo del hospital", expresó Insaurralde.
La recorrida también contó con la presencia del presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia, Federico Otermín; el jefe de Gabinete del Municipio, Martín Chorén; y el presidente de IOMA, Homero Giles.
El hospital abrió a mitad del año pasado en el edificio de la ex Clínica Comahue, en pleno pico de la pandemia. Desde la obra social aseguraron que permite "brindar más y mejores servicios a sus afiliadas y afiliados" y que ofrece "una respuesta a la necesidad" que había en la zona Sur del Conurbano.
La clínica lleva el nombre de Gabriela Carriquiriborde, trabajadora de IOMA desaparecida durante la última dictadura cívico militar. Gabriela estuvo secuestrada en el Pozo de Banfield, donde tuvo a su bebé en 1976 que aún sigue siendo buscado.
En un rincón del edificio del centro de salud también se recuerda a la estudiante de Veterinaria Inés Pedemonte y a la profesora de dibujo y estudiante de arquitectura Elba Beatriz Pirola de Rivelli, también militantes, trabajadoras de IOMA y víctimas del terrorismo de Estado.