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Laucha Acosta y Toto Belmonte: dos generaciones, un mismo proyecto

Cantera inagotable. Ambos se formaron en Lanús, pero se llevan diez años. Cuando el primero celebraba sus primeros títulos, el otro lo seguía desde la tribuna. Son el reflejo del gran trabajo en Inferiores. 

Acosta y Belmonte disfrutan el gran momento granate

Crédito: Conmebol

Acosta y Belmonte disfrutan el gran momento granate.

Cuando Lautaro Acosta, el hijo predilecto, celebraba en el campo de juego el primer título local de Lanús en 2007, Tomás Belmonte, con apenas nueve años y como miles de hinchas, hacía lo propio desde la Fortaleza de Guidi y Cabrero. Hoy, 13 años de después, los dos son emblemas del Lanús que este sábado, desde las 17, se medirá con Defensa y Justicia por la final de la Copa Sudamericana en busca de su tercer título internacional.

Ellos se llevan diez años, son parte de dos generaciones diferentes, pero los une la misma pasión por el Granate, con un fuerte sentido de pertenencia por los colores que se trasmite desde adentro hacia afuera. Son, en definitiva, dos exponentes del gran trabajo que lleva adelante la institución en materia de Inferiores. Y se explica claro: sin los Acosta, no hubiesen venido los Belmonte, De la Vega y Morales, entre muchos más.

 "Los chicos tiene hoy una cabeza diferente a la de nosotros porque el club ha crecido bastante en los últimos años. Yo, en 2007, llegué sin títulos en Inferiores y hoy eso no pasa. Los juveniles pelean en sus categorías, suman títulos y eso cambia en la mentalidad del jugador. Ellos son mejor que nosotros, están acostumbrados a pelear cosas importantes y están a la par de lo que sucede con los juveniles de Boca y River. Son más competitivos y más seguros", remarcó Acosta, uno de los emblemas del club y quien se perderá la final por haber llegado al límite de amarillas, en diálogo con la Conmebol.

Lo que dice el "Laucha" es claro. Y en los últimos años se notó de manera exponencial, al tal punto que en 2019 el Granate gritó campeón en Reserva y en varias categorías menores. Justamente, muchos de esos chicos forman hoy parte del plantel profesional que comanda Luis Zubeldía y que buscará una nueva estrella continental.

Belmonte, por su parte, trata de mantener la tranquilidad en estas horas previas al duelo con el Halcón. Esta vez lo debe afrontar de otra manera, no podrá vivirlo como hincha como lo hizo en el Apertura 2007, en la final de la Sudamericana de 2013 ni en la final de la Libertadores de 2017. Hoy es un referente del equipo, una pieza clave del once titular, y por eso el jugador le ganó al hincha. "Me lo tomo tranquilo el partido, pero sí tengo muchas ganas de jugarlo, muchas de ganas de vivir esa final", dejó en claro.

Y en esa línea, continuó: "Tenemos que tener consciencia dónde estamos, pero desde chico nos enseñaron a jugar bien y también ganar, y eso es lo que buscaremos. Es una final y hay que dejar todo".

En los últimos años, Lanús experimentó un gran crecimiento, su nombre traspasó la frontera y se ganó el reconocimiento de todo el continente. Esta acumulación de logros locales e internacionales demandó nuevas obligaciones, nuevos desafíos a cumplir, y Acosta, uno de los más experimentados del plantel, lo tiene muy presente.  

"Cada logro llama a otros logros y eso exige al entrenador que viene, como así también a los chicos que viene. Saben que Lanús es un club que pelea cosas importantes y eso te exige a dar todo. El club, además, te brinda las herramientas para que solo pienses en lo deportivo. Esa mentalidad ayuda a que el jugador sea más competitivo. Y eso es lo que se ve", remarcó el oriundo de Glew.

Belmonte, por su parte, cerró: "Yo quiero que Lanús siga creciendo, que siga en los puestos más grande y no tengo dudas de que seguirá así. Es un club de mucha gente buena que lo tira para arriba. Hoy ser hinchas de Lanús es muy lindo".

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