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Cómo nació la rivalidad entre Banfield y Lanús: la historia del Clásico del Sur

EL INICIO. El Taladro y el Granate se enfrentan este lunes desde las 21.15 en una nueva edición de un clásico barrial, que en el pasado no existía y fue cambiando año tras año.

Banfield y Lanús antes amigos ahora clsicos rivales

Banfield y Lanús, antes amigos ahora clásicos rivales.

La rivalidad entre Banfield y Lanús es la más importante entre los dos equipos de la zona sur del Gran Buenos Aires. Con el correr de los años, ambos afirmados en la máxima categoría del fútbol argentino, tanto en La Fortaleza como en el Florencio Sola y sobre todo desde la década del 90 en adelante.

Sin embargo, hubo un tiempo en el cual las hinchadas eran amigas. Durante buena parte del siglo pasado, los caminos de estos dos clubes caminaban con afecto y con respeto. El clásico rival de Banfield era Los Andes, su vecino de Lomas de Zamora, y el de Lanús era con Talleres de Escalada, rivales del mismo distrito. Incluso, Banfield tenía una gran rivalidad con Racing por el título de 1951, en aquella recordada final y el odio generalizado del hincha de Lanús estaba radicado en Quilmes.

En los años '60 y '70, el fútbol del sur vivía tiempos más románticos. El estadio de Banfield, por entonces uno de los más modernos del Gran Buenos Aires, con tribunas de cemento y buena iluminación, solía ser escenario de torneos veraniegos y cuadrangulares que unían a toda la región. En esas noches, hinchas de Banfield y Lanús compartían tribunas, alentaban juntos y hasta coreaban al unísono: "¡Banfield y Lanús, unidos en el Sur!". Algo impensado en los tiempos que corren.

Aquellos encuentros no eran solo partidos. Eran jornadas familiares, con el fútbol como punto de encuentro. Las hinchadas del Taladro y el Granate convivían sin problemas, celebraban los triunfos del otro y se mezclaban en las calles con los colores de siempre, pero sin rencor ni violencia. Incluso, en esos torneos amistosos participaban también equipos como Los Andes, Quilmes, Temperley y Talleres de Escalada, que completaban el paisaje futbolero del sur bonaerense.

EL NACIMIENTO DE LA RIVALIDAD ENTRE BANFIELD Y LANÚS

A fines de la década del 80 y comienzos de los 90 es cuando la rivalidad comienza a tomar forma. Coincide con el crecimiento de ambos en el ascenso y la llegada de nuevos grupos a las tribunas junto a la profesionalización del fútbol argentino. De esta manera, la amistad entre Banfield y Lanús comenzó a transformarse en enemistad.  Lo que alguna vez fue camaradería mutó en provocaciones, y la estación que antes los conectaba se convirtió en una frontera simbólica.

Con el ascenso de Banfield en 1987 y de Lanús en 1992 a la Primera División la rivalidad comenzó a acrecentarse y más allá de los descensos del Taladro en 1997, 2001 y 2012, el Clásico del Sur tomó total dimensión como uno de los más calientes de la zona sur del Gran Buenos Aires y del país también. Incluso superando a otros duelos como Temperley ante Los Andes, por ejemplo. El sentimiento mutuo de orgullo y pertenencia es tan fuerte como el rechazo al otro.

Hoy, los insultos se repiten en cada cruce: "pingüinos", "pecho fríos" o "sin aliento". Banfield se jacta de su garra y de su título del Apertura 2009; Lanús responde mostrando sus vitrinas repletas: la Copa Conmebol 1996, el Apertura 2007, la Sudamericana 2013, Torneo Transición y Copa Bicentenario 2016 y la Supercopa Argentina 2017. Incluso haber llegado a la final de la Copa Libertadores 2017 o al partido decisivo de la actual Sudamericana 2025.

El fútbol supo unirlos y también separarlos. Lo que alguna vez fue una celebración compartida, hoy es una batalla por el orgullo del sur. Donde antes había una estación que los conectaba, ahora hay una línea divisoria que no se borra ni con los años ni con los recuerdos.

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