El Centro de Adultos N°730/09 celebra 50 años en Llavallol
EDUCACIÓN DE CALIDAD. La escuela "Bartolomé Caamaño" cumple medio siglo formando vecinos y transformando vidas. Surgió a partir del sueño de madres que querían aprender a leer y escribir.
El Centro de Educación de Adultos N°730/09 "Bartolomé Caamaño" de Llavallol cumple hoy sus primeros 50 años de vida. Medio siglo de trabajo y compromiso que se logró gracias al puntapié inicial de un grupo de madres, deseosas por aprender a leer y escribir. La directora Noelia Badour hizo un emotivo repaso de la historia de la institución, que tiene como objetivo transformar vidas a través de la educación.
La historia de la institución se remonta incluso antes de su creación formal. En 1966, en la actual sede de Bahía Blanca 1170, funcionaba una guardería. Dos años más tarde se formó, de manera ad honorem, un jardín de infantes. Fue entonces cuando las madres de aquellos alumnos expresaron su deseo de alfabetizarse, sin imaginar que estaban dando origen a una escuela que cambiaría la vida de muchas personas.
Las madres de aquellos alumnos del jardín de infantes expresaron su deseo de alfabetizarse, sin imaginar que estaban dando origen a una escuela que cambiaría la vida de muchas personas.
Una encargada, muy comprometida con ese pedido, pidió ayuda a una maestra, quien comenzó a enseñar a cambio de una colaboración con la Capilla San José Obrero del barrio, donde hoy funcionan las aulas. El párroco, al ver ese entusiasmo, gestionó ante el Consejo Escolar la creación de una escuela para adultos.
"Así, en 1975, nació el Centro de Adultos y Adolescentes, con una sola aula y 20 madres llenas de sueños. En 1986, al crearse la Modalidad de Adultos, nuestro centro pasó a depender de la Escuela de Educación Primaria para Adultos N°709, consolidando su identidad y su misión", explicó la directora Noelia, que actualmente cuenta con la colaboración de la secretaria Mirta Arroyo.
Así, en 1975, nació el Centro de Adultos y Adolescentes, con una sola aula y 20 madres llenas de sueños. En 1986, al crearse la Modalidad de Adultos, nuestro centro pasó a depender de la Escuela de Educación Primaria para Adultos N°709, consolidando su identidad y su misión
Hoy en día, la institución cuenta con tres secciones de aproximadamente 17 estudiantes cada una. Pero más allá de los datos, la verdadera historia está hecha de personas, ya sea de los docentes que enseñaron con el corazón y de los estudiantes que se animaron a volver a la escuela. "Tenemos una comunidad que siempre creyó en la fuerza del aprendizaje", admitió Badour, con orgullo.
"Para nuestros alumnos, finalizar el tramo de los estudios obligatorios es mucho más que la obtención de un título. Significa la posibilidad de continuar aprendiendo con su propio estilo y de asumirse como un sujeto social a partir de la revalorización de sus capacidades, además de una mejor calidad de vida", señaló la máxima autoridad.
Los directivos revelaron que cada estudiante que pasa por la escuela les deja una enseñanza que les permite llegar a la conclusión de que "la educación es esperanza, que formarse libera y que el conocimiento tiene sentido cuando se comparte".
"Este 50º aniversario es un homenaje a todos los que hicieron posible esta historia, que forma parte de Lomas: a las primeras maestras, a los directivos, a los docentes de cada época y, sobre todo, a todos los estudiantes, de ayer y de hoy, que con su esfuerzo y su ejemplo le dan vida a esta escuela que busca, a través de la educación, transformar vidas", dijo, con cierta nostalgia.
Este 50º aniversario es un homenaje a todos los que hicieron posible esta historia, que forma parte de Lomas: a las primeras maestras, a los directivos, a los docentes de cada época y, sobre todo, a todos los estudiantes, de ayer y de hoy, que con su esfuerzo y su ejemplo le dan vida a esta escuela que busca, a través de la educación, transformar vidas
Hoy, a partir de las 14, Centro de Educación de Adultos N°730/09 hará un acto conmemorativo por los 50 años en el que participará la comunidad educativa. Sin dudas, será una jornada cargada de emoción que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.