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Locura, una banda lomense formada desde la hermandad y la amistad

CON MÁS DE 15 AÑOS. El grupo mantiene la esencia con la que nació: la pasión por el rock y el heavy metal, y la unión entre hermanos y amigos. Preparan un show para cerrar el 2025.

La banda lomense tiene ms de 15 años de historia

La banda lomense tiene más de 15 años de historia.

La hermandad fraternal y la amistad incondicional de más de tres décadas fueron los motivos principales para que un grupo de cuatro lomenses cree una banda musical. Locura nació casi como un juego, en una sala de ensayo precaria, pero hoy en día es un proyecto que lleva más de 15 años de trayectoria. Juntos buscan trascender, pero sin olvidarse de la esencia que los llevó a unirse para crear música.

Gonzalo Candaosa es uno de los integrantes de la banda y en una charla con el Diario La Unión explicó que Locura comenzó a gestarse gracias al estrecho vínculo que lo une con su hermano Guido, su mejor amigo Mariano (a quien le dicen Mario) y Héctor (el "Rabia"), compañero inseparable de Guido en la secundaria. "Los cuatro ya éramos como hermanos y todos teníamos la misma pasión por la música, sobre todo por el rock y el heavy metal. La creación de una banda era inevitable", rememoró.

Los cuatro ya éramos como hermanos y todos teníamos la misma pasión por la música, sobre todo por el rock y el heavy metal. La creación de una banda era inevitable

Fue así que los cuatro protagonistas decidieron darle forma a un proyecto musical que, en la actualidad, sigue más vivo que nunca. "Todos sabíamos tocar la guitarra, entonces en los primeros ensayos tuvimos que repartirnos los roles: "Rabia" se animó a tocar la batería, Guido probó con cantar y Mariano y yo seguimos en las guitarras: así nació Locura", dijo, con orgullo.

El estilo de la banda mezcla rock pesado, heavy metal y hard rock, con influencias que van desde Metallica, Judas Priest y Megadeth, hasta Ozzy Osbourne, Black Sabbath, ACDC y Red Hot Chili Peppers. A eso se le suma una combinación única de hermandad y amistad, lo que hace que el proyecto tenga una esencia espontánea que se nota en cada canción.

La formación original se mantuvo siempre estable: Guido en voces, Gonzalo y Mariano en guitarras, y "Rabia" en batería. El bajo, fundamental para el grupo musical, fue una pieza que tardó en llegar, hasta que hace tres años se sumó Santino, el sobrino de "Rabia", quien desde chico acompañó a la banda en los ensayos y los recitales. "Creció alrededor de Locura, como ese fan cercano que un día se volvió músico dentro del grupo. Cuando lo invitamos a probar el bajo, se enganchó enseguida y pasó a ser parte", señaló Candaosa.

Sin dudas, la vida de Locura estuvo (y está) atravesada por la identidad lomense. "Siempre estuvimos muy cerca, literal. Vivimos en Lomas y Banfield, íbamos todos al ENAM y ensayamos siempre en casas del barrio. Esa cercanía nos permitió sostener la banda en el tiempo y hacer música cada vez que nos juntábamos", explicó Gonzalo, dándole a la ciudad un mérito importante en la historia del grupo.

Siempre estuvimos muy cerca, literal. Vivimos en Lomas y Banfield, íbamos todos al ENAM y ensayamos siempre en casas del barrio. Esa cercanía nos permitió sostener la banda en el tiempo y hacer música cada vez que nos juntábamos

Como si eso fuera poco, Gonzalo forma parte de una familia ligada a la historia política y cultural lomense: su abuelo, Ignacio Candaosa, fue intendente de Lomas en 1971, mientras que el primo de Ignacio, Norberto Candaosa, formó parte del Instituto Histórico Municipal de Lomas. "Esa presencia hace que cada vez que tocamos acá, de local, sintamos que también estamos honrando una parte de nuestras raíces", dijo.

El próximo gran desafío de Locura será llevar a cabo un recital para despedir el año, en un lugar muy especial: la casa de la abuela de Gonzalo, en Lomas, donde hoy funciona la sala de ensayo. "Lo pensamos como una gran juntada, con nuestra gente, para cerrar el 2025. Habrá luces, escenografía con un aire de terror, sorpresas y hasta una banda soporte de chicos de 16 años. Queremos darles la oportunidad de tocar y que vivan la experiencia de presentarse en vivo, sin tener que preocuparse por otra cosa que no sea hacer música", adelantó.

El próximo gran desafío de Locura será llevar a cabo un recital para despedir el año, en un lugar muy especial: la casa de la abuela de Gonzalo, en Lomas, donde hoy funciona la sala de ensayo.

Más que un recital, Locura busca crear una experiencia auténtica, cargada de energía, amistad y barrio, con el propósito de que los asistentes sientan y se lleven esa misma pasión con la que los integrantes de la banda tocan en cada ocasión.

Después de tantos años, la música sigue ocupando un lugar central en la vida de los integrantes de la banda. "Cada uno tiene su rutina y su trabajo, pero Locura es el espacio que nos recuerda quiénes somos y por qué nos juntamos hace más de 15 años. Es un refugio que nos da paz, disfrute y conexión: en mi caso, también es un cable a tierra y me encanta compartirlo con mi hermano y amigos", concluyó el lomense.