La Unión | DEPORTES

A 54 años de un episodio inexplicable en la historia de Temperley

DATO CURIOSO. Un 10 de julio de 1971 el Gasolero recibía a Almirante Brown y se vivía uno de los momentos más inesperados en el Beranger.

Temperley ante Almirante Brown y una historia de las ms insólitas del fútbol argentino

Temperley ante Almirante Brown y una historia de las más insólitas del fútbol argentino.

El ascenso del fútbol argentino está lleno de historias dignas de ser contadas y recordadas. Algunas bizarras, otras no tanto, pero ninguna como la del 10 de julio de 1971. Temperley y Almirante Brown se enfrentaban por la fecha número 13 de la Primera B en el Alfredo Beranger. Los dos equipos de campañas irregulares en un torneo que dominó Lanús.

La cancha de Temperley fue el escenario de una de las situaciones más insólitas de la historia del fútbol argentino. Iban 14 minutos del primer tiempo, cuando el árbitro Teodoro Pascual Nitti sancionó penal a favor del conjunto de Turdera con el marcador igualado en cero. Luego se desataron una serie de acontecimientos que permanecen en la memoria de hinchas veteranos, a pesar de que ya transcurrieron 54 años.

El primero en hacerse cargo de la ejecución fue Esteban Horacio Corbalán, histórico wing del Gasolero, autor de 69 goles en 204 partidos y fallecido en 2018. Su remate fue contenido por Osmar Miguelucci, pero el juez, mucho antes de que interviniera la tecnología del VAR, le cobró adelantamiento. Corbalán le dejó su lugar al volante Nicolás Constancio Bieladinovich y Miguelucci repitió: se adelantó y atajó el disparo, por lo que recibió una tarjeta amarilla.

Por tercera vez en la jornada un jugador de Temperley se disponía a patear: repitió Bieladinovich, pero esta vez le erró al arco. Cuando parecía que todo terminaba allí, Nitti se cansó de Miguelucci, que había vuelto a adelantarse; le mostró la segunda amarilla y la consecuente roja.

Sin comprenderlo y en medio de las protestas, los jugadores de Almirante Brown se miraron y fue Ricardo Tello, defensor central del Mirasol, quien se puso el buzo de arquero. "No entendíamos nada. Fuimos a protestarle, pero no pasó nada. Empezamos a ver quién podía atajar y como a veces iba al arco en los entrenamientos, finalmente me puse el buzo", recordó Tello.

El cuarto penal también estuvo a cargo de Bieladinovich y Tello, que lo conocía, trató de ponerse en sus botines y eligió la punta izquierda: voló hacia allí y pudo contener el penal del jugador de Temperley.

"Yo lo conocía a Bieladinovich. Traté de ponerme en la cabeza de él. Como yo no era arquero, seguramente pensaría que yo me iba a hacer la lógica, tirarme al palo contrario del pateador. Por eso fui hacia mi izquierda y se lo atajé", reconstruyó Tello años más tarde de su gesta y una alegría que duró poco.

Al cabo de esa larga secuencia, el partido continuó con Tello en el arco. Un mal cálculo del defensor reconvertido en arquero derivó en el 1-0 para Temperley, único tanto que le marcaron al portero de emergencia. Por su lado, Almirante también dispuso de una chance desde los 12 pasos y la desaprovechó Alfredo González. Para darle un mejor recuerdo al acto heroico de Tello, Luis Vargas empató el encuentro para los de Isidro Casanova.

LA HISTORIA SE REPITIÓ 11 AÑOS DESPUÉS

Sin dudas, fue un hecho totalmente insólito para la historia del fútbol argentino. El día de los cuatro penales errados quedó en la memoria de todos los que acudieron al estadio Alfredo Beranger. De todos modos, en 1982 la misma secuencia se repetiría pero en un partido entre Sportivo Barracas y Riestra correspondiente al campeonato de la Primera D. 

Aquel 10 de abril, ocho días después del desembarco argentino en las Islas Malvinas, Sportivo derrotó 3-1 a Riestra. La historia, sin embargo, pasó por otro lado. Daniel Marcelo Phan Van Thu, descendiente de asiáticos, se hizo cargo de un penal para el visitante y el arquero Forcinitti lo atajó, pero el árbitro lo hizo repetir. Al contener el segundo remate, llegó la amarilla del juez, que reiteró la secuencia luego de que Forcinitti se adelantara por tercera vez.

Tras la roja, entró el suplente Oset a pararse bajo los tres palos. A diferencia de lo que había hecho Tello una década antes, Oset optó por no moverse de su lugar: contuvo el remate sin adelantarse y logró que la historia se repitiera, esta vez con final 100% feliz ya que su equipo se quedó con los tres puntos.

Temas Relacionados