Carlín Calvo, un simpático seductor y un actor versátil
Perfil . El actor falleció este viernes luego de complicaciones de larga data en su salud. Una mirada de su figura y de su larga carrera.
Carlos Calvo había nacido en la Capital Federal el 21 de febrero de 1953 y criado en San Antonio de Padua, provincia de Buenos Aires.
Carlos Andrés Calvo no se llamaba "Andrés", sino que ese segundo nombre le fue impuesto por un productor con la intención de "despegarlo" del histórico jurista cuyo nombre lleva una calle en el barrio porteño de San Telmo y Constitución.
Carlín ya se hacía notar desde su casi un 1,90 de altura y por su fina estampa. Además, era portador de una gran simpatía y de un poder de seducción notable, tanto sus incontables conquistas femeninas y como para tener amigos por doquier.
En su época de esplendor su presencia no dejaba indiferente a nadie en fiestas, conferencias de prensa y otros acontecimientos sociales, en los que un enjambre de admiradoras solía rodearlo como si fuera un rockstar.
Eso lo transformaba en uno de los galanes más admirados por la teleaudiencia y conquistador de numerosas figuras del ambiente, siendo noticia a menudo en la prensa del corazón y en la tapa de las revistas.
De todos modos, estuvo casado solamente con la madre de sus dos hijos, Carina Gallucci, y quien, pese a la separación que ambos decidieron en 2010, lo acompañó hasta sus últimos momentos de vida.
Carlín también fue parte de esa generación de "Galancitos", ésta tenía un respetable equipo de fútbol, que hasta tuvieron el privilegio de ser dirigidos por César Luis Menotti en un partido en Mar del Plata.
Carlín era un personaje porteño de aquellos, que parecía ser el integrante más canchero de cualquier barra de amigos.
UNA LARGA CARRERA
Calvo estudió actuación a principios de la década del 70 y, en 1973, integró el elenco de "La lección de anatomía".
Un años después, debutó en TV, el medio que le ofreció una difusión masiva y una lógica fama mediática, en "La casa, el teatro y usted", un ciclo de Canal 11 encabezado por Alicia Berdaxagar y Héctor Gióvine; y en 1976 actuó en "La familia Super Star", por el 9, con Irma Córdoba y el también emergente Ricardo Darín, con el que inició una intensa amistad, luego trunca con el paso de los años.
Su carrera siguió con "Cumbres borrascosas", con Rodolfo Bebán y Alicia Bruzzo, "Somos nosotros", con Aída Luz, y "Profesión: ama de casa", con Mariana Karr y Betiana Blum, todas durante la TV en blanco y negro, hasta llegar a "El Rafa", en 1980 y ya en color, que fue su gran espaldarazo.
En ese programa, estelarizado por Alberto de Mendoza, emitido con amplio apoyo del público durante dos temporadas, Calvo era el "Cholo" Minelli, el hijo ingobernable del protagonista, y allí moldeó un personaje entrador, querible y con un potente perfil barrial, que lo acompañó para siempre, hiciera lo que hiciera.
Quizá la excepción haya sido su personaje dramático en la película "Adiós, Roberto" (1985), de Enrique Dawi, en la que un hombre divorciado descubre su homosexualidad tras una borrachera con un amigo (Víctor Laplace). Esa película fue revolucionaria para su tiempo y un desafío para Carlín.
En TV lo esperaban otros éxitos: "Juan sin nombre" y "Los días contados", con Luisina Brando quien fue su pareja en la vida real; "Tal como somos", con Hilda Bernard y Graciela Dufau; "Solo un hombre", con Marita Ballesteros; y "El mago", con Andrea Barbieri y Edda Bustamante.
La explosiva "Amigos son los amigos", en dupla con el adolescente Pablo Rago, que llegó a marcar 53 puntos de rating en prime time, entre 1990 a 1993.
A partir de allí todos los programas en que intervino, ya como protagonista o compartiendo cartel, fueron anzuelos seguros para el público por el solo hecho de que él estuviera presente.
En el ámbito teatral, luego de su debut con "La lección de anatomía", su actividad fue copiosa e incluyó "Una libra de carne" (1974), de Agustín Cuzzani, con Osvaldo Terranova; "Fray Mocho del 900", con Ubaldo Martínez y Eloísa Cañizares; "Clementina, la pingüina", con Rita Terranova y Raúl Rizzo; "Equus", con Miguel Ángel Solá y Hugo Soto.
En el cine hizo un pequeño papel en "¿Qué es el otoño?" (1976), junto a Alcón y Dora Baret, y fue creciendo con "Este loco amor loco", de Eva Landnek, "Locos por la música" y "Los hijos de López", "Ritmo, amor y primavera", de Enrique Carreras, y "Comodines" (1997), con Adrián Suar.