Dee Dee Ramone y Banfield: una historia de amor incondicional, punk rock y tragedia
A 23 AÑOS DE SU MUERTE. El mítico bajista se enamoró de una joven argentina que lo acompañó hasta su trágico final, junto a un perro llamado como la localidad que lo adoptó como propio.
Este jueves se cumplen 23 años de la muerte de Dee Dee Ramone, una estrella de rock que, lejos de las luces de la fama, prefirió tener una vida tranquila en Banfield, donde vivió junto al amor incondicional de su novia argentina, con quien más tarde adoptó una mascota bautizada con el nombre de la localidad que lo tomó como un vecino más, y que lo recuerda hasta el día de hoy.
Para recordar su historia, vale la pena mencionar que durante los últimos años, Ramones, una de las bandas de rock más influyente de la historia, comenzó a tener el reconocimiento a nivel mundial que se les negó cuando estuvieron activos más de dos décadas, en las que recorrieron escenarios de distintas partes del planeta, e inspiraron a miles de jóvenes de diferentes países.
Uno de esos lugares donde más sintieron el afecto de sus fanáticos fue en Argentina, donde su público los acompañó en los recitales que brindaron con entradas agotadas, entre fines de los 80 y mediados de los 90, mientras en Estados Unidos eran ignorados por la prensa en general, y nunca llegaron a tener una canción en el número uno de las listas de éxitos.
En medio de la enorme popularidad que generaron los neoyorquinos en nuestro país, uno de ellos se quedó a vivir en Buenos Aires, y el lugar elegido fue la localidad de Banfield: se trata de Douglas Glenn Colvin, más conocido con el nombre artístico de Dee Dee Ramone, para muchos, "el más punk de los cuatro", por su personalidad, e historia de vida extrema, que lo llevó incluso a la muerte a los prematuros 50 años, por sobredosis de drogas.
Aunque sus días en Lomas de Zamora parecen una leyenda, la historia es real, y ratificada por vecinos que fueron testigos en aquella época de la presencia de una estrella de rock caminando por Maipú, tocando la guitarra para un pequeño grupo de fans que se acercaban a saludar a su ídolo punk, o tomando el Tren Roca en la estación.
Su estadía en Banfield duró un año, en compañía de su novia argentina, Barbara Zampini, de quien no volvió a separarse, desde que la conoció en 1994, cuando vino a hacer un show en plan solista. La pareja primero se instaló en City Bell, cerca de La Plata, y luego se mudaron a la casa de la abuela de la joven fanática convertida en novia. Allí pasaron una temporada que el músico, tiempo después, describiría en su autobiografía Poison Heart: surviving The Ramones.
"La Argentina es como un desvío del tiempo. Me recuerda a cuando Estados Unidos era un país lindo en el que vivir. Aunque todo es más duro en la Argentina, la gente aquí es más amable que en la mayoría de los lugares. El smog es tan abundante que te corta los pulmones. Los colectiveros salen a matar. Tratan de empujar a la gente fuera del camino con sus grandes micros malolientes. Es una locura. Los exhaustos caños de escape emanan nubes de humo negro que se meten en las ventanillas abiertas de los demás coches. Todos tienen las ventanillas abiertas porque nadie tiene aire acondicionado. Los autos acá son todos viejos y están hechos mierda, pero tienen mucho soul. Mucha onda", escribió.
Dee Dee ya estaba alejado de la mítica banda, aunque siguió recibiendo las regalías por ser el mayor compositor del grupo, para quienes escribió sus grandes clásicos, y continuó colaborando tras su alejamiento. Sin embargo, nunca dejó de extrañar su tierra y regresaron definitivamente, ya casados, a Estados Unidos, donde su historia, como no podía ser de otra manera, terminó en tragedia.
Paradógicamente, el reconocimiento para él y el resto de sus compañeros, les llegó cuando la formación se separó definitivamente. Fue en marzo del 2002, luego de la inesperada muerte de Joey Ramone, el cantante, cuando la banda ingresó al Salón de la Fama del Rock And Roll, para ser homenajeados. Ya había pasado el tiempo en el que eran menospreciados por ser la referencia principal del punk rock -género que supieron explotar con mucho más marketing otras bandas como Green Day- para ocupar el lugar que se habían ganado merecidamente.
"Quiero felicitarme a mí mismo y darme las gracias, y darme una gran palmada en la espalda. Gracias, Dee Dee. Eres maravilloso. Te amo", se limitó a decir, lejos de cualquier protocolo. Así era él.
Meses más tarde, más precisamente un 5 de junio, Barbara lo encontró sin vida en su casa de Los Ángeles, California. En ese departamento, vivían con su perro Banfield, heredero punk de una historia de amor con final trágico. En pocas palabras, sucedió lo que solía cantar en una de sus más célebres creaciones musicales: "I just want to walk right out of this world, ?cause everybody has a Poison Heart" ("Sólo quiero salir de este mundo, porque todos tienen un corazón venenoso").
Fue una dosis fatal de heroína la que había matado al mítico bajista, muchas veces atormentado por un pasado poco feliz en su infancia, y una juventud siempre cercana a la marginalidad y a la autodestrucción, con algunas experiencias que supo describir en sus canciones. Muchas de ellas siguen siendo en la actualidad himnos para sus fanáticos de todo el mundo.
Como si fuera una maldición, a su muerte y a la de Joey, se sumó en septiembre del 2024 la Johnny Ramone, el guitarrista. Juntos los tres, con el baterista Tommy Ramone cuidándoles las espaldas, en 1974, los cuatro jóvenes inadaptados de Queens debutaron en el CBGB, para fundar un estilo musical que llegó para quedarse.