Crimen del prefecto: elevaron a juicio la causa y juzgarán a los dos acusados
ASESINADO. La víctima fue baleada por delincuentes en Fiorito, durante un intento de robo ocurrido el 25 de marzo del 2025. Todavía hay al menos dos prófugos.
Los dos acusados del crimen de Rafael Carlos Loira, el prefecto asesinado en Fiorito durante un intento de robo ocurrido el 25 de marzo del 2025, serán juzgados en los Tribunales de Lomas de Zamora.
Fuentes cercanas a la causa informaron a La Unión que el caso fue elevado a juicio semanas atrás y ahora falta conocer la fecha de inicio de los debates y la designación de los jueces que estarán a cargo del proceso judicial.
El imputado Gabriel Alejandro Zarate, se encuentra detenido, y Lucas Matías Pogonza, está libre. Ambos serán enjuiciados, mientras la investigación sigue su curso en busca del resto de la banda.
El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció una recompensa de $4 millones para quien aporte información sobre los prófugos.
El homicidio sucedió el martes 25 de marzo por la noche, alrededor de las 21 hs, en el cruce de las calles Mario Bravo y Ginebra. Loira, agente de la Prefectura Naval Argentina, fue asesinado de un disparo cuando intentó resistirse al robo de su camioneta.
El prefecto Rafael Loira manejaba su camioneta Renault Duster, en la que iba junto a un amigo, para entregar mercadería en la casa de una clienta de su esposa. Cuando bajó del vehículo y acercó a la puerta, se acercó un Chevrolet Corsa gris, del cual bajaron al menos tres delincuentes armados.
Mientras forcejeaba con uno de los ladrones, Loira intentó sacar su arma reglamentaria e identificarse. Así se produjo un tiroteo entre él y los ladrones, que terminó con Loira herido de muerte. Los delincuentes escaparon sin robarle nada.
Los delincuentes habían escapado por Camino Presidente Juan Domingo Perón -ex Camino Negro- con dirección a la Ciudad de Buenos Aires. En los días siguientes al crimen, la Policía de Lomas de Zamora detuvo a tres sospechosos que habrían participado del hecho, entre ellos el dueño del auto en el que iban los ladrones. Sin embargo, no hubo pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad de los detenidos y uno ya recuperó la libertad.
