Keila Sosa sobre su expulsión de Gran Hermano: "La casa me c "
Sin vueltas. La jugadora se enfrentó a los analistas del programa y contó algunos pormenores sobre su breve estadía en el juego.
Keila Sosa, quien fue expulsada de Gran Hermano la semana pasada, no se guardó nada ante Santiago del Moro y los analistas del programa, y les explicó cómo vivió la experiencia dentro de la casa.
"Primero quiero pedir disculpas porque desaproveché la oportunidad de mi vida, pero la casa me comió", confesó, visiblemente afectada por su salida. Además, añadió que había preferido irse antes que seguir estando apagada dentro del juego. "Para seguir siendo una planta era mejor esto", dijo.
Uno de los mayores desafíos para Keila fue la convivencia con sus compañeros dentro de la casa, especialmente con los ronquidos de Petrona, ruido que le impedía dormir.
"No dormía a la noche, los ronquidos de Petrona son divertidos, pero no podía dormir. Era cada veinte minutos despertarme y decirle algo a ella, al quinto reclamo ya le tiraba con el almohadón", señaló.
Keila también comentó lo agobiante que se le hizo el tiempo dentro de la casa, señalando que, aunque había estado un mes, ese tiempo se le hizo interminable: "Ahí un mes se sienten como cuatro meses, no estoy mintiendo".
A pesar de su breve paso por el juego, Keila dejó claro que es una persona optimista y energética, y que el entorno de Gran Hermano no la permitió mostrar su personalidad.
"Yo soy re arriba, no me conocen de mal humor, apagada". Finalmente, Keila reveló su sorpresa al enterarse de que sería reemplazada por Katia Fenocchio, quien ingresó a la casa luego de su expulsión.