Hicieron 2.700 kilómetros desde Temperley para ver a Racing campeón
ALEGRÍA TOTAL. Un grupo de amigos se la jugó, compró entradas antes de que la Academia llegue a la final y armaron un viaje inolvidable que terminó de la mejor manera.
La reciente coronación de Racing en la Copa Sudamericana no sólo cortó una sequía de 36 años sin títulos internacionales para la Academia, sino que además dejó miles de historias, experiencias únicas que jamás serán olvidadas y que quedarán grabadas para siempre en el recuerdo de los protagonistas.
Una de esas tantas historias le pertenece a un grupo de amigos de Temperley, que se la jugó, confió en el equipo de Gustavo Costas antes de que asegure su lugar en la final ante Cruzeiro y tuvieron su premio: lo vieron campeón en Paraguay.
"Un día antes de jugar el partido revancha con Corinthians por las semifinales vimos que se pusieron a la venta las entradas para la final y ese mismo día sacamos las entradas sin saber si Racing la iba a jugar. Nos arriesgamos porque, además, la serie estaba abierta y gracias a Dios salió todo como queríamos", comentó Diego "Bocha" Más, uno de los partícipes de esta historia.
Así, justamente, fue cómo comenzó la aventura de este grupo de 14 amigos, todos fanáticos de la Academia, persiguiendo el sueño de ver a su equipo gritar campeón en el exterior, cpm la incertidumbre de no saber lo que podía pasar en la revancha con Corinthians.
Ellos confiaron, se la jugaron y compraron los tickets con anticipación, y el equipo de Costas cumplió con su parte: triunfo por 2-1 ante el equipo de Ramón Díaz y boleto para la final en Asunción.
Con la entrada en su poder empezaron a preparar un viaje que, de por sí, no era sencillo. Los 2.700 kilómetros que separan Temperley de Asunción complicaban la logística. Y es que sin la posibilidad de ir en avión, el auto pasó a ser la mejor opción y eso demandó toda una preparación previa, con varias metas a cumplir para llegar con tiempo a destino.
"Bocha" Más viajó junto a los hermanos "Chupete" y "Mamadera" Maceiras y Pablo Yacopini en un auto y fueron los primeros en llegar a la casa que alquilaron después de estar un día arriba del auto transitando los más de 1300 kilómetros que separan Temperley de Asunción.
Y así contó como fue el viaje: "Nosotros salimos el jueves a la mañana a las 11 y fue todo un día arriba del auto, donde almorzamos, merendamos y cenamos, ya que nuestro objetivo era viajar todo el día, cruzar la frontera y conseguir un hotel para hacer noche ya del otro lado de la frontera. Y al otro día, bien temprano, nos volvimos a subir al auto para hacer los kilómetros que faltaban para llegar a la casa, a la que recién podíamos ingresar a las 11 de la mañana".
A esta odisea hay que agregarle que otra complicación porque, cuando faltaban 10 días para la final ante Cruzeiro, se enteraron que se les habían cancelado la reserva de la casa que habían alquilado y que quedaba a 20 minutos del estadio La Nueva Olla, quedándose sin hospedaje cuando ya era muy difícil conseguir alojamiento.
Sin embargo, no bajaron los brazos, nadie les iba a impedir ver a Racing en la final, y finalmente terminaron alquilando una casa a las afuera de la ciudad, la cual quedaba a una hora y media del estadio. Y ése fue su bunker.
"Todo el viernes lo pasamos en la casa, ahí hicimos nuestra previa con asado, amigos, jugando al truco y escuchando música a la espera del partido. Al otro día nos fuimos temprano porque estábamos a una hora y 30 minutos de la cancha. Y cuando volvimos, después del título y haber vivido una gran jornada en el estadio, eso sí con muchísimo calor, seguimos con los festejos hasta pasada la medianoche", comentó "Bocha".
No es para menos. Racing acababa de ganarle 3-1 a Cruzeiro y le ponía fin a una sequía de 36 años sin títulos internacionales. Y era motivo suficiente para festejar. Eso es lo que hizo este grupo de amigos de Temperley, que vivió un fin de semana especial y fue testigo de este gran logro.