Tiene un puesto de diarios y se reinventó para perdurar en el tiempo
RESILIENCIA. En el Día del Canillita, el lomense Tomás Capdevila contó que su fuerte es la venta de libros y colecciones, lo que le permite mantener el espacio en Yrigoyen y Loria.
Reinventarse y seguir. De eso se trata la vida de Tomás Capdevila, un lomense que tiene un puesto de diarios y que, hoy en día, se adaptó a la vorágine del avance de la tecnología: al notar una baja en la venta de diarios en formato papel, se volcó a otros rubros como libros y distintas colecciones para seguir existiendo.
Tomás Capdevila mantiene su puesto de diarios en la intersección de Yrigoyen y Loria, pese al avance de la tecnología con respecto a la difusión de las noticias. "Los diarios van dejando atrás su formato papel y pasan a ser leídos de manera digital, por lo que las ventas de ejemplares disminuyeron notablemente. Es por eso que me volqué al rubro de libros y distintas colecciones que atrapan a los vecinos de Lomas".
Los diarios van dejando atrás su formato papel y pasan a ser leídos de manera digital, por lo que las ventas de ejemplares disminuyeron notablemente. Es por eso que me volqué al rubro de libros y distintas colecciones que atrapan a los vecinos.
"En este puesto, que lo compré hace cuatro años, por suerte hubo una buena respuesta a este cambio ya que se vende mucho lo que es formato libro. Los vecinos pueden encontrar todo tipo de literatura, desde policiales hasta comics, ya que el público es variado", admitió Capdevila.
Además, Tomás tiene a disposición todo tipo de colecciones que lanzan distintas revistas: autos a escala, muñecos, cuchillos de cocina, ollas y hasta partes del cuerpo humano para formar un esqueleto. "Todo se consigue gracias a los distintos fascículos que se lanzan cada cierto tiempo determinado", explicó el canillita.
Tomás tiene a disposición todo tipo de colecciones que lanzan distintas revistas: autos a escala, muñecos, cuchillos de cocina, ollas y hasta partes del cuerpo humano para formar un esqueleto.
El sistema de carga de SUBE también es otro de los servicios que tiene a disposición en su puesto de diarios, además de discos y vinilos. "Se podría decir que nos estamos volcando a lo que realmente necesita la gente", dijo, quien es canillita hace más de dos décadas, una profesión que la supo compartir con su abuelo.
Uno de los métodos que tiene Capdevila para mantener activos a sus clientes es enviar información sobre los recientes ingresos: "Tengo sus números telefónicos, lo cual es primordial para que funcione este sistema, y les mando por mensaje los libros y las colecciones que hay a disposición en el puesto, siempre asesorándolos de acuerdo a sus gustos personales".
"Los lomenses que suelen venir a mi puesto suelen ser amantes de la literatura y por eso quedan conformes con lo que encuentran. De todos modos, los canillitas de la zona somos solidarios, nos ayudamos entre sí recomendándonos en caso de no contar con lo que busca el vecino", finalizó.
Los lomenses que suelen venir a mi puesto suelen ser amantes de la literatura y por eso quedan conformes con lo que encuentran. De todos modos, los canillitas de la zona somos solidarios, nos ayudamos entre sí recomendándonos en caso de no contar con lo que busca el vecino.
Cabe destacar que el Día del Canillita se celebra en Argentina cada 7 de noviembre, una fecha que está emparentada con el fallecimiento del escritor Florencio Sánchez, en 1910, ya que él fue la primera persona que mencionó la palabra "canillita" para hablar de las delgadas piernas de un joven vendedor de diarios. Desde ese momento, el término se popularizó y hasta se adoptó para mencionar a los vendedores de periódicos de todo el país.