Sofía, la hija de Darío, fue la primera expulsada de Gran Hermano
emotivo. La joven había venido especialmente desde el exterior y rápidamente tuvo que dejar la casa. El rol que jugó su propio papá.
Luego del ingreso de los familiares a la casa de Gran Hermano, los jugadores tenían que ponerse de acuerdo para expulsar a dos seres queridos.
Previamente, Coy, hermana de Furia, abandonó la casa por decisión propia, al extrañar a su hija, por lo que solo tuvieron que eliminar a uno.
Mientras que Darío, minutos después de ganar la prueba de liderazgo, prácticamente manifestó que Sofía, su hija, deje la casa.
"Acaba de llegar de Venezuela, le estaría dando más tiempo a ella para que vea a todos afuera", explicó el platense con sensatez.
De esta forma fundamentó el ofrecimiento que también esperaba realizar Juliana sobre su hermana, que se fue porque extraña a Rubí, su pequeña bebé.
A pesar de lo que pidió, Darío se puso a llorar. Luego Furia explicó que no eliminaría a su hija, pero porque él "no es original", y se puso a hablar de ella misma para reclamar por la sanción que la deja siempre en placa.
"¿Alguien quiere eliminar a su familiar?", les preguntó la doble de riesgo a Emmanuel, Bautista, Martín y Nicolás, que respondieron con negativas, por lo que Furia les terminó pidiendo que "pongan huevos".
Nicolás y Bautista coincidieron en que es "una decisión macabra", pero el oriundo de Ramos Mejía señaló que Darío cuenta con el consuelo del liderazgo para esta semana.
Emmanuel pidió pasar más tiempo con su marido, Nicolás, al igual que Martín con María, su novia. "Se va Sofi", determinó Bautista con el aval de todos los presentes en la reunión. Darío fue el encargado de darle la noticia a su hija.