Dos décadas sin Narciso Ibáñez Menta, el maestro del terror

TV Retro . El legendario artista fue uno de los grandes del género y protagonizó diversos y recordados ciclos en la televisión argentina.  

Un maestro del terror

Un maestro del terror.

Hace dos décadas, el 15 de mayo de 2004, fallecía a sus 91 años en Madrid Narciso Ibáñez Menta, uno de los grandes maestros del terror que supo llevar su arte a la televisión argentina. 

Hijo del actor Narciso Ibáñez y de la cantante Consuelo Menta, el asturiano nacido en 1912 fue un niño prodigio que debutó en las tablas andaluzas luego de una función que realizaron sus padres estando de gira. Lo llamaban Narcisín, niño prodigio que canta, baila, recita e interpreta.

Dramaturgos le escribían obras que se convirtieron en giras por toda España y Portugal. Debutó en Buenos Aires en 1919 a los siete años con la zarzuela Los granujas, en el Teatro de la Comedia. 

Se quedó en nuestro país hasta 1923. Fundada la Compañía Hispano-argentina Narcisín continuó de gira por ambos continentes. En los Estados Unidos protagonizó Amor y deporte, su primera película, sin llegar a concretar otros dos proyectos debido al régimen de inmigración del gobierno de Hoover.

Una vez cumplido el ciclo de "Narcisín", Ibáñez Menta, fan de Lon Chaney, "El hombre de las mil caras", aprendió el arte del maquillaje y la caracterización. Incluso llegó a conocerlo en más de una ocasión.

En Argentina trabajó en radio, teatro, cine y en la televisión. Su aventura en la pantalla chica comenzó en Canal 7, la actual TV Pública, con una programación nunca antes vista que tuvo gran éxito. 

Se destacaron los ciclos Los malditos de la historia (1958) y Obras maestras del terror (1959-1962) junto a su hijo. Llevó a la pantalla El fantasma de la Ópera (1960), Arsenio Lupin (1961) y Mañana puede ser verdad (1962-1964) y El muñeco maldito.

En 1963 volvió a España y en enero del año siguiente debutó en la Televisión Española (TVE) en Estudio 3 y participó en Los Bulbos, El hombre y la bestia, El Asfalto, ¿Es usted el asesino? e Historias para no dormir, serie dirigida también por su hijo, con la que alcanzó gran popularidad. A Ibáñez le interesaba interpretar a personajes particulares envueltos en historias de fantasía.

En 1969 en Canal 9 llegó su gran éxito: El hombre que volvió de la muerte. También produjo dos miniseries: Un pacto con los brujos y El Sátiro. Al año siguiente personificó a Adolf Hitler en El monstruo no ha muerto. Le siguieron El cerco alucinante, Otra vez Drácula y El Robot.

También Mañana puedo morir (1979, por Canal 13), Historias para no dormir (1982, producidas por TVE) y El pulpo negro (1985, por Canal 9).

Fue uno de los primeros artistas en ganar el Premio Martín Fierro en la década de 1960, gracias a su trabajo en Obras maestras del terror.

En 1981 recibió el Premio Konex: "Diploma al Mérito" como uno de los cinco mejores Actores Dramáticos de Radio y TV de la historia en la Argentina.

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