Un aljibe auténtico y un zaguán colonial, el encanto de la Biblioteca Gutiérrez
LOMAS ESTE. Entrar a la institución parece un viaje al pasado. Julio E. Payró, Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges pasaron por su salón de conferencias.
En Lomas de Zamora tenemos varias bibliotecas importantes: la Mentruyt, en la calle Italia 44, es un referente de nuestra cultura barrial y una consecuencia de las bibliotecas populares creadas en 1870 por impulso de Domingo Faustino Sarmiento. Pero hoy quiero hablarles de otra biblioteca lomense con mucha historia y presente, clave en la educación de nuestros vecinos: la Gutiérrez.
Cuando la antigua casona de la avenida Almirante Brown 2163 estaba recién construida, las mensajerías o diligencias que hacían el recorrido desde Capital hasta Chascomús salpicaban su frente en los días lluviosos o lo llenaban de polvo los días secos. La primera parada la hacían en la posta "La Botija", una cuadra antes, entre las calles Fonrouge y Balcarce.
Con la llegada del ferrocarril, aquellos viejos carromatos dejaron de transitar el Camino Real y la antigua casona comenzó a conmoverse con el paso del tren bien cerca. La propiedad fue adquirida por la empresa ferroviaria y allí funciona, desde el 18 de septiembre de 1938, la institución cultural Juan María Gutiérrez y su Escuela de Puertas Abiertas, fundada por Emilio Menéndez Barriola.
Al entrar a la casona, a través de su amplio zaguán de estilo colonial, uno cree meterse en la Lomas del pasado. Su patio de baldosas tiene en el centro un aljibe auténtico, rodeado de plantas y árboles.
Desde su fundación fue mucho el aporte a la cultura lomense de la biblioteca Gutiérrez. Su salón de conferencias, aunque modesto, se vio enriquecido con la presencia de figuras relevantes de las letras, de la ciencia y de las artes. Al evocarlas surgen Vicente Forte, José Luis Romero, Julio E. Payró, Angel Battistessa, Pedro Miguel Obligado, Ernesto Sábato y Juan Luis Lanuza, entre otros. Jorge Luis Borges también pasó por la Gutiérrez. En una oportunidad dio una charla memorable sobre Goethe y, en otra recordada visita, para referirse al gran poeta argentino Estanislao del Campo.
La biblioteca de la institución lleva el nombre de su fundador, Emilio Menéndez Barriola, creada sobre la base de los libros que él mismo donara. La cifra de volúmenes supera los 25.000, contando además con colecciones de viejas y recordadas revistas: Caras y Caretas, Sur, Plus Ultra y otras que marcaron una época dorada del periodismo argentino.
Desde la creación de la biblioteca funcionó la Escuela de Puertas Abiertas, que comprende el dictado de diversos cursos como dibujo, pintura, arte decorativo, encuadernación, juguetería, tejidos, guitarra, labores y esculturas. En definitiva, una admirable escuela de artes y oficios que tan bien hacen a la formación de las nuevas generaciones. Su vigencia y permanencia, pese a los problemas económicos que sufren tantas entidades culturales del país, se mantiene de pie. Hasta la semana que viene.