La dolorosa historia de Arturo, el perro que ingresó a Gran Hermano
Bienvenido. El simpático can es el nuevo habitante de la casa y contaron el sufrimiento que padeció por parte de sus anteriores dueños.
Arturo es un bonito perro mestizo de un poco más de un año que se metió en la casa de Gran Hermano y con una triste historia en su lomo.
La voz de Gran Hermano les contó a los jugadores que el pichicho sufrió maltratos desde muy pequeño porque sus dueños lo hacían participar de carreras clandestinas y lo usaban para cazar, hasta que lo abandonaron.
Arturo fue rescatado en un descampado de Bragado, en la provincia de Buenos Aires, con varios días sin comer y en condiciones lamentables.
Luego de ser rescatado y pasar por los estudios médicos pertinentes para su recuperación, Arturo se metió en la casa más famosa del país.
"Quiero que los participantes puedan cuidarlo y darle el amor que tanto necesita. Él seguramente se encargará de devolverlo", expresó el dueño de la casa más famosa del mundo.
El perro ingresó durante una nueva edición del "Congelados", así no se generaban repentinas situaciones que le pueden provocar estrés.
Zoe y Paloma lloraron al ver a Arturo, que lentamente fue oliendo el terreno y se quedó cerca de la puerta. Bautista fue el primero en hacer contacto con él y Furia lo hizo en segundo lugar.
"Soy un perrito en tránsito un poco temeroso pero juguetón. Como dos veces por día, a la mañana y a la noche, no puedo comer nada que no sea mi alimento", dice la tarjeta de presentación de Arturo.
Martín intentó generar más confianza con can, dándole alimentos con la guía de Gran Hermano a través de los parlantes. Luego todos entraron a la casa, conocieron su historia y hubo más lágrimas de parte de Virginia y el Chino.