Abrirá una sucursal de un taller que inauguró su padre hace 50 años
UNA PASIÓN. Juan Padula es mecánico y se sumó al rubro cuando era adolescente. Ahora sigue los pasos de su padre y, para homenajearlo, le pondrá su nombre al nuevo local.
Una historia familiar y una pasión en común: los autos. El vecino lomense Juan Padula (54) tiene un taller mecánico ubicado en Turdera, un espacio que inauguró su padre hace casi 50 años, y que se seguirá ampliando ya que mañana abrirá una nueva sucursal. En diálogo con La Unión, Juan contó cómo empezó a trabajar en el rubro, lo que le brindó el taller, el recuerdo de su papá y la alegría de seguir expandiéndose, brindándole empleo a varios vecinos.
El taller de Juan, llamado Padula Sport Car, se dedica a la mecánica integral y brinda todos los servicios que pueda llegar a necesitar un auto (a excepción de chapa y pintura). El local, que se encuentra ubicado en Buenaventura 368, fue inaugurado por Juan Carlos Padula, padre de Juan, a finales de 1974.
"Mi papá, antes de mudarse a Turdera, trabajaba en otro taller mecánico que está situado en Loria e Yrigoyen. Ahí arreglaba coches con su padre, es decir, mi abuelo. Ese taller aún sigue en funcionamiento y lo atiende mi primo", explicó Juan sobre los inicios de su padre en el rubro. Una vez que contaba con conocimientos y herramientas, Juan Carlos Padula decidió mudarse a Turdera para hacer su propio camino.
"Empecé a trabajar con mi papá en el taller cuando terminé la secundaria, a los 19 años. Esta labor me gustaba de verdad, porque es la única manera de que la puedas realizar: si no te llama la atención el rubro no lo podés hacer", indicó el vecino de Lomas.
Empecé a trabajar con mi papá en el taller cuando terminé la secundaria, a los 19 años. Esta labor me gustaba de verdad, porque es la única manera de que la puedas realizar: si no te llama la atención el rubro no lo podés hacer
A medida que trabajaba en el taller, Juan fue ganando experiencia y conocimientos en mecánica, sumado a los consejos que le daba su padre. A lo largo de los años, Juan debió adaptarse al avance de la tecnología, tanto en los autos y camionetas como también en las herramientas que utiliza para su labor. "Cuando arranqué arreglaba autos de la época, que no son los mismos que hoy andan en la calle. Los coches de hoy en día cuentan con computadoras electrónicas, algo impensado hace 30 años atrás", comparó.
"Yo heredé todo de mi viejo, no solamente el lugar, sino también sus conocimientos porque compartí este trabajo con él por tres décadas. Una vez que él ya estaba grande, me quedé solo a cargo del taller", aseguró, muy agradecido.
Yo heredé todo de mi viejo, no solamente el lugar, sino también sus conocimientos porque compartí este trabajo con él por tres décadas. Una vez que él ya estaba grande, me quedé solo a cargo del taller.
Lo cierto es que al local le fue tan bien con respecto a la clientela que Juan decidió ir más allá. Por eso, mañana a partir de las 20, inaugurará formalmente una nueva sucursal (situada en Agüero 489, también en Turdera), la cual llevará el nombre de Juan Carlos Padula, en recuerdo a su papá. "Haremos un pequeño brindis con los empleados, los proveedores, los clientes, los amigos, la familia y algunos vecinos. Siento una gran felicidad y una nostalgia de poder homenajear a mi papá, porque le debo todo lo que soy", contó.
Para finalizar, y al ser consultado sobre lo que significa el taller en su vida, Padula no lo dudó y expresó: "Siempre significó lo mismo. El taller es parte de mi vida y me permitió progresar a base de trabajo y esfuerzo, siempre con el apoyo de mi familia".