Designaron el tribunal del juicio por el crimen del vendedor ambulante
FALTA LA FECHA. La víctima fue asesinada de una puñalada en el cuello en pleno centro comercial de Banfield. El acusado habría pensando que quiso asaltar a su madre.
El juicio por el crimen de Kevin Giménez, el vendedor ambulante asesinado en Banfield, ya tiene jueces designados: será el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora el encargado de juzgar al acusado del asesinato cometido en abril del año pasado.
Fuentes judiciales precisaron a La Unión que el magistrado que estará a cargo del proceso judicial ya fue sorteado, aunque todavía falta confirmar la fecha en la que el presunto asesino del joven de 22 años será juzgado.
El imputado, identificado como Christian Couso Campos, cumple prisión preventiva por el delito de "homicidio simple", por el asesinato que se le atribuye, cometido el 7 de abril pasado, en la calle Maipú al 300, en pleno centro comercial de Banfield.
La fiscal Carla Furingo, a cargo de la UFI 1 de Lomas, determinó, en base a los testimonios aportados por las personas que presenciaron el violento episodio, que la víctima se había acercado a una mujer para que le comprara algunos productos.
El presunto autor material del hecho habría pensado que su madre era víctima de un intento de robo, y reaccionó de manera violenta: lo enfrentó, se peleó con él y lo apuñaló en el cuello, causándole una grave herida y que le provocó la muerte, a raíz de la gran cantidad de sangre que perdió.
Los comerciantes y vecinos de la zona llamaron al 911 para pedir ayuda, pero ya era tarde. Efectivos del Comando de Patrullas de Lomas, y una ambulancia de Emergencias 107 se acercaron al lugar, pero encontraron al vendedor sin vida.
El acusado, que trató de escapar, fue detenido ese mismo día, y desde entonces permanece como único procesado en la causa, a la espera de ser juzgado.
Kevin era conocido por varios vecinos y comerciantes de Banfield, que lo veían vendiendo medias y repasadores. Lo hacía todos los días para ayudar a su mamá a sustentar los gastos de su casa.
El día del crimen, su familia se preocupó al ver que no volvía de trabajar y empezaron a buscarlo. Había mucha preocupación porque Kevin sufría ataques de epilepsia y necesitaba tomar una medicación. Varios días después se enteraron, que lo habían matado de una puñalada en el cuello en Maipú al 300, a metros del Teatro Maipú.
"No era chorro, era un vendedor", escribieron en pancartas que hicieron para visibilizar el reclamo de justicia, en varias marchas realizadas para que el caso no quede impune.