La segunda parte de "Las Encadenadas" llega a Temperley
sobre las tablas. La continuidad de la puesta, con autoría y dirección de Juan Mako, sale a escena en Las Nobles Bestias. La función es a la gorra.
"Las Encadenadas: La Revuelta", la segunda parte de "Las Encadenadas", ambas obras con autoría y dirección de Juan Mako, sale a escena el sábado en Las Nobles Bestias de Temperley.
La obra transcurre en una noche de verano durante una lluvia torrencial en el cementerio municipal del pueblo de Carhué, en el límite con Epecuén, provincia de Buenos Aires.
Dos empleadas del crematorio y su jefe se debaten ante una circunstancia que podría cambiar de forma radical el destino de sus vidas.
Pero la llegada inesperada de diferentes personajes a la escena en cuestión, provoca que los mismos terminen estando aún más acorralados en sus propias decisiones y acciones.
"La obra es la segunda parte de 'Las Encadenadas', donde se agregan nuevos personajes. La trama sigue siendo en la misma tónica, con suspenso, humor y drama", le cuenta Juan a La Unión.
Esta continuidad de la historia está ambientada en el mismo lugar que la primera parte, en el mismo crematorio del interior bonaerense. "La acción transcurre en la misma noche que la primera parte. Además, no es excluyente haber visto la primera parte, los que no vieron la parte uno, pueden ver sin problema la segunda parte", acota el director.
El elenco queda completado por Cecile Caillon, Claudio Depirro, Mónica Driollet y Silvia Fortunato, con dramaturgia y dirección de Juan Mako.
¿QUÉ PASÓ EN EPECUÉN?
Villa Epecuén es el nombre de un pueblo turístico argentino en ruinas, ubicado en el partido de Adolfo Alsina, provincia de Buenos Aires. Situada a 7,3 km de la ciudad de Carhué, fue fundada en 1921 a orillas del lago del mismo nombre, y llegó a tener cerca de 1.500 habitantes, siendo un promedio de 25 mil turistas durante el verano.
El lago Epecuén, uno de los 6 lagos que componen el sistema de lagunas encadenadas del oeste, se transformó en el balneario más exclusivo del país.
Era el destino de la moda de esa época y el lugar escogido para la aristocracia bonaerense como destino no solo para el ocio, sino también para curar enfermedades reumáticas y de la piel.
Sus aguas altamente mineralizadas eran famosas por su similitud con las propiedades de Mar Muerto. Por esta razón, el agua termal ha tenido una función curativa y la OMS (Organización Mundial de la Salud) la incluye dentro de la medicina tradicional.
En 1985 una inundación provocada por una crecida del lago sumergió a la ciudad completamente bajo el agua, obligando a su evacuación total.
MÁS INFO
"Las Encadenadas: La Revuelta", sábado a las 21, en Las Nobles Bestias de Temperley, 14 de Julio 142.
Función a la gorra.