Cortázar y su pasado entre Banfield, Capital y Cuyo
hito literario. Un repaso por la vida del escritor y su transcurrir por el territorio nacional, cuando aún se gestaba como un incipiente genial autor. Hoy se cumplen 40 años de su muerte.
Julio Florencio Cortázar nació el 26 de agosto de 1914 en Ixelles, un municipio al sur de Bruselas, Bélgica. Fue hijo de los argentinos María Herminia Descotte y Julio José Cortázar, quien cuando nace el escritor realizaba tareas diplomáticas en ese país. Su infancia se vio marcada por los vaivenes de la Primera Guerra Mundial y durante ese período turbulento la familia logró refugiarse primero en Suiza y luego en Barcelona, antes de regresar a la Argentina cuando Julio tenía apenas cuatro años. Estas experiencias tempranas moldearon no solo sus visiones del mundo sino también su obra literaria. "Julio Cortázar, una biografía revisada", una obra de Miguel Herráez publicada en 2011, ofrece una exploración completa y detallada de toda esta primera fascinante etapa de la vida del escritor.
El autor de "Rayuela" pasó el resto de su infancia en Banfield, en el Gran Buenos Aires, junto a su madre, su hermana Ofelia y una tía. Aunque en varias ocasiones describió su infancia como brumosa, y con un sentido del tiempo y del espacio diferente a los de los demás, fue por entonces que descubrió y empezó a desarrollar su amor por la lectura y la escritura. A los nueve años ya había leído a escritores de la talla de Julio Verne, Victor Hugo y Edgar Allan Poe, lo que marcó el comienzo de su profundo compromiso con la literatura. Es Jorge DesChamps quien en "Julio Cortázar en Banfield: infancia y adolescencia" se detiene en los momentos precisos de la infancia y adolescencia de Cortázar.
Después de completar sus estudios primarios y secundarios, el narrador se formó como maestro normal en 1932 y luego, en 1935, como profesor en Letras en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta. Durante este tiempo, también comenzó a frecuentar los estadios para ver boxeo, una experiencia que influiría en su filosofía personal sobre este deporte.
Posteriormente, inició estudios de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, pero pronto las carencias económicas, la necesidad de ayudar a su madre lo hicieron dejar los estudios formales y fue así que se dedicó a dictar clases en diferentes ciudades argentinas. En este segmento de su vida se basa el libro "El joven Cortázar" de Nicolás Cócaro, Cecilia Noriega y Pío Clementi, donde los autores ofrecen una mirada detallada y perspicaz sobre estos primeros pasos del autor, así como sobre las influencias que marcaron su desarrollo intelectual y creativo.
Entre 1939 y 1944, Cortázar vivió en Chivilcoy, donde se desempeñó como profesor de literatura en la Escuela Normal y se sumergió profundamente en el mundo de la escritura. Durante este período, tuvo la oportunidad de participar en la elaboración del guión de la película "La sombra del pasado", una experiencia que le permitió explorar su creatividad de una manera diferente, en otros formatos y ampliar sus horizontes artísticos. Precisamente, "Cortázar en Chivilcoy", del periodista Gaspar Astarita, permite adentrarse en su estadía en Chivilcoy mediante un retrato detallado y vívido del escritor durante los años en los que ejerció la docencia en esta ciudad. El libro brinda una visión única de su proceso creativo y su interacción con el entorno.
Las "Cartas" de Cortázar, publicadas en cinco tomos y escritas a partir de 1937, son también una fuente fundamental para comprender tanto su vida como su obra, en tanto proporcionan una mirada íntima y personal del autor, revelando sus pensamientos, inquietudes y pasiones a lo largo de los años.
En 1944, el escritor decidió trasladarse a la ciudad de Mendoza, donde comenzó a impartir cursos de literatura francesa en la Universidad Nacional de Cuyo. Durante esta etapa, también inició su colaboración en la prestigiosa revista Sur, fundada en 1931 y dirigida por Victoria Ocampo, lo que contribuyó a consolidar su reputación como uno de los escritores más talentosos de su generación.
En "Cortázar en Mendoza", Jaime Correas detiene el foco en la etapa docente del autor de "Bestiario" con una perspectiva detallada y enriquecedora de los años que pasó en esa provincia, proporcionando un contexto invaluable para comprender su desarrollo intelectual y artístico durante ese período.
En 1948 obtuvo el título de traductor público de inglés y francés, lo que marcó un hito importante en su carrera. Comenzó a trabajar en una serie de traducciones destacadas, incluida la obra completa de Edgar Allan Poe. Este trabajo lo llevó a establecerse en París, donde en 1953 contrajo matrimonio con Aurora Bernárdez y participó activamente en la rica y sofisticada vida cultural de la ciudad. Mario Goloboff fue quien en "Julio Cortázar: La biografía" retrata ese momento con una mirada profunda, empática y comprensiva del narrador, proporcionando valiosos detalles sobre su vida personal, sus relaciones y su impacto en el mundo literario.