La Ley de Salud Mental resiste a la motosierra de Milei
ajuste. Gracias al empuje de organizaciones, asociaciones y grupos de profesionales y usuarios, las modificaciones de la "Ley ómnibus" fueron eliminadas.
La Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) emitió un comunicado destacando que las modificaciones a la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 incluidas por el Poder Ejecutivo Nacional en la denominada "Ley ómnibus" fueron eliminadas y no serán tratadas en las sesiones extraordinarias.
Si bien, el Gobierno informó que el proyecto de modificación no será tratado ahora y será enviado para su tratamiento durante el periodo de sesiones ordinarias, esta suspensión, "no deja de significar un enorme logro colectivo del campo de la salud mental", expresaron.
"Agradecemos la rápida reacción en contra de las modificaciones de las organizaciones, asociaciones, colectivos y grupos de profesionales, de familiares y de usuarios de los servicios de salud mental, así como también a los diputados, senadores y representantes de la OPS/OMS que se han posicionado firmemente en defensa de la ley 26.657", marcaron.
"También agradecemos el espacio brindado por los medios en general y los periodistas en particular que nos ha permitido informar a la comunidad sobre el enorme retroceso que hubiera significado su modificación", ampliaron.
Solicitan a los diputados y senadores, que, en caso de debatirse modificaciones a la ley en sesiones ordinarias, rechacen las propuestas que contradigan los tratados, documentos y convenciones internacionales.
Además, en el comunicado instan al Ministerio de Salud de la Nación Argentina, a las autoridades provinciales y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, así como también a todos los municipios del país a cumplir con la plena implementación de la ley y a los organismos de control a monitorear su cumplimiento.
Asimismo, solicitan a los diputados y senadores, que, en caso de debatirse modificaciones a la ley en sesiones ordinarias, rechacen las propuestas que contradigan los tratados, documentos y convenciones internacionales y que violen el derecho a la libertad, a la salud y a la autonomía de las personas.
"No hay salud mental sin libertad, no hay libertad sin plena implementación", concluyeron.
