La dura adolescencia de Bruno Sepúlveda, el refuerzo de Banfield
EJEMPLO. Arrancó en el Federal C y jugó en todas las categorías, pero una situación familiar lo hizo crecer de golpe. A pesar de eso, cumplió su sueño y hoy está en la Liga Profesional.
El camino de un futbolista hasta llegar a lo más alto no es sencillo. Tiene trabas, complicaciones y demás cuestiones que se deben superar para llegar al lugar soñado. Y eso lo sabe muy bien Bruno Sepúlveda, el primer refuerzo de Banfield con miras a la próxima Liga Profesional, que es dueño de una verdadera historia de superación.
Al delantero, de 31 años, le costó bastante llegar a la Primera División. Recién lo consiguió en el 2021 con la camiseta de Arsenal de Sarandí después de haber transitado todas las categorías del fútbol argentino y ahora será la nueva cara del Taladro.
Esa lucha, mezcla de tenacidad y constancia para cumplir su sueño, se refleja en un hecho que marcó su vida: dejó el colegio a los 13 años para ayudar a su familia y salió a trabajar para colaborar con la crianza de sus seis hermanos.
El momento que vivía su familia en un humilde hogar de Viedma, en Río Negro, lo obligó a tomar una decisión y realizó diferentes trabajos para llevar dinero a su casa. Fue albañil, también pintor y hasta corto leña para ayudar a su papá mientras seguía en la búsqueda de su sueño, sabiendo que el camino no era sencillo.
En una entrevista publicada en 2019 por el diario La Voz del Interior, de Córdoba, el delantero contó parte de su historia. "Yo siempre trabajé. lo hice desde chico. Con mi viejo en una chacra cortando leña, en albañilería, pinturería. No estudié, que fue mi error. Terminé la primaria y dejé. Me dediqué al trabajo y ayudar en mi casa. Pero nunca abandoné el fútbol", remarcó en ese momento, justo en la antesala del ascenso logrado con Estudiantes de Río Cuarto a la Primera Nacional, el que le permitió jugar por primera vez en la segunda categoría del fútbol argentino.
A los 18 años, además, fue padre y eso marcó su vida. "Trabajaba, me iba a entrenar, cuidaba a mi hija. Hoy empiezo a ver los frutos de ese esfuerzo. En mi casa éramos siete hermanos, fue muy difícil. Lo primero que quería hacer esa tratar de vivir de la pelota, pero en la vida no todo es color de rosa. Había que sacrificarse. Entonces hoy vivo esto tan lindo y se disfruta de otra manera. Valoro todo de otra forma", agregó en esta nota con el medio cordobés.
Su camino en el fútbol también fue de muy abajo, pero hoy, con todo un camino recorrido, puede decir con orgullo que jugó en todas las categorías del fútbol argentino y además convirtió goles en todas ellas.
Arrancó en el club Peña Patagonia Azul y Oro, con el que disputó la liga local y a los 18 años disputó su primer Federal C. Después pasó a Sol de Mayo, de Viedma, para jugar el Federal B, en el que fue el goleador equipo con 15 tantos. De ahí se fue a Juventud Unida, de San Luis, con el que jugó el Federal A, anotó cinco goles y logró el ascenso a la Primera Nacional, y más tarde jugó seis meses en Deportivo Roca, de Rio Negro
De ahí se marchó a Estudiantes de Río Cuarto, donde hizo historia y dejó su nombre bien grabado en los hinchas: el año que llegó, en 2016, logró el ascenso al Federal A y tres años más tarde, en 2019, celebró el ascenso a la Primera Nacional, el primero en la historia del club, siendo el goleador del equipo con 12 tantos.
En el "León" cordobés jugó por primera vez en la segunda categoría del fútbol argentino y disputó dos finales por el ascenso a la Liga Profesional, ambas perdidas ante Sarmiento y Platense.
A pesar de eso, su oportunidad en la máxima categoría llegó. Es que en febrero del 2021, tras su buen andar en el Torneo Transición, marchó a Arsenal, donde convirtió siete goles, y un año más tarde pasó a Barracas Central, donde jugó las últimas dos temporadas y convirtió 14 goles. Eso sedujo a Banfield, que le compró el pase y ahora se perfila como una pieza importante para la próxima Liga Profesional.