La Unión | LOMAS

Los detenidos por la causa del mecánico baleado ya tienen prisión preventiva

INVESTIGACIÓN. Ambos sospechosos permanecerán detenidos, posiblemente hasta ser juzgados por el ataque a Leonardo Micheli, que todavía pelea por su vida por el brutal ataque.

La víctima sobrevivió pero sigue grave

La víctima sobrevivió pero sigue grave.

La jueza de Garantías 6 de Lomas de Zamora, Laura Ninni, dictó la prisión preventiva para los dos acusados de atacar a Leonardo Micheli, el mecánico de Temperley baleado en la cabeza por motivos que todavía la Justicia busca esclarecer.

Fuentes judiciales informaron a La Unión que los imputados seguirán detenidos, luego del requerimiento del fiscal Marcelo Domínguez, quien investiga la causa, caratulada como "homicidio agravado en grado de tentativa".

De acuerdo a los fundamentos del fallo, al que tuvo acceso este medio, el texto hace hincapié en el riesgo de fuga que habría en caso de que ambos sospechosos fueran liberados.

"De recuperar la libertad, los mencionados, intentarán eludir la acción de la justicia o entorpecer el material probatorio a recolectar en la sustanciación de la presente instrucción, resultando la aplicación de la medida de coerción personal absolutamente proporcional y necesaria para asegurar los fines del proceso", se lee en el texto.

"Ello emerge tanto de la mecánica del hecho por haberlo cometido mediante utilización de cascos que impidan la identificación, la posterior huida desplegada, la destrucción de las prendas de vestir empleadas y también el intento por hacer desaparecer las armas de fuego que presumiblemente fueron utilizadas en el hecho", remarca la resolución judicial.

De esta manera, los sujetos procesados, identificados como Gonzalo R.P., de 22 años, y Federico G.B., de 29, podrían permanecer tras las rejas hasta la llegada del juicio en el que serían juzgados por el ataque cometido el 22 de noviembre pasado, frente al taller de la víctima, y que quedó filmado por la cámara de seguridad de un vecino.

Si bien los dos se habían negado a declarar, el menor de ellos finalmente confesó ser quien disparó. Sin embargo, refirió haber recibido amenazas por parte de su consorte del otro acusado, quien, de acuerdo a su relato, le manifestó que si no mataba a Micheli lo iba a matar a él y a sus familiares.

Siempre de acuerdo a su versión, incluso, no solo lo fue a buscar a su domicilio minutos previos a conducirse hacia el taller mecánico, sino también, que le colocó un arma de fuego en la cabeza y lo obligó a cambiarse de ropa y le facilitó un casco y un arma de fuego "revolver calibre 22 "patito".

Además, agregó que ambos fueron a bordo del motovehículo del otro sujeto, quien previamente pintó la moto completamente de color negro y una vez allí, llamó a la víctima y en ese momento le dijo a él "disparale, disparale, sino te vamos a matar a tu mamá", por lo que obligado descendió del rodado y de cerca le disparó a Micheli.

Por último, indicó que el conductor de la moto le refirió que Micheli era pariente suyo y que había abusado sexualmente de una familiar no recordando si era una hermana o sobrina y que él conocía a la víctima del barrio y que muchas veces le ha colaborado con chatarra y chapas, ya que trabajaba con su carro.

No obstante, la justificación para la comisión del ilícito que alegó el encausado, basada en una supuesta amenaza de muerte recibida por parte de Federico B. y que ello era en represalia a un supuesto ataque sexual por parte de Leonardo Micheli hacia una familiar de aquel, no se pudieron corroborar una vez que se evacuaron las citas pertinentes en el marco de la causa.