Milei rompió con la tradición del bastón de Pallarols, figura lomense de la democracia
cambio. Desde hace 40 años, los presidentes asumen con el bastón presidencial confeccionado por Juan Carlos Pallarols. Pero este año, el libertario optó por otro diseño, con sus perros tallados.
El nombre de Juan Carlos Pallarols resuena cada 10 de diciembre, fecha histórica de asunciones de presidentes que reciben el bastón presidencial, que lleva las siglas LZ -por Lomas de Zamora- y el escudo del Municipio, como firma personal, en honor a la ciudad que lo vio crecer. Hoy se cumplen 40 años de la entrega del bastón a Raúl Alfonsín, el primero con su firma, pero Javier Milei rompió la tradición al elegir otro diseño para su asunción.
El libertario optó por un diseño que tiene tallados a sus cinco perros o sus "hijos de cuatro patas" como suele llamarlos el referente de La Libertad Avanza."Esta semana entregué el bastón a la gente de Ceremonial de la Casa Rosada y anoche me llamaron para decirme que estaba todo en orden, pero evidentemente esta mañana hicieron el cambio", dijo Pallarols.
¿Quién es Pallarols? El platero pertenece a una familia marcada y reconocida por dedicarse al oficio de la platería desde hace muchas décadas. "Esta labor la llevo adelante desde 1983 de forma ininterrumpida con la firma Pallarols, aunque en 1973 también hice el bastón para la tercera presidencia de Perón", dijo el platero, quien fue visitado en su taller por todos los presidentes.
Durante muchos años, el bastón de mando estaba construido a base de caña de malaca (caña maciza sin nudos) y oro, con un estilo neoclásico, pero sin un símbolo que representara al país. Es por eso que Juan Carlos decidió confeccionar, en 1983, uno hecho de plata y urunday, una madera noble: "En la descripción del bastón reza que el presidente que lo utilice tenga las condiciones y características de la madera: que sea recto, brillante por su talento, sin torcerse y sin corromperse".
Esta labor la llevo adelante desde 1983 de forma ininterrumpida con la firma Pallarols, aunque en 1973 también hice el bastón para la tercera presidencia de Perón.
Con 77 años tiene en su haber reconocidas y destacadas obras, y realizó durante gran parte de su vida los bastones de mando de varios presidentes de Argentina. "En todas mis obras dispersas por todo el mundo, las cuales realicé desde mis 13 años hasta ahora, se verá punzada la emblemática sigla LZ y el escudo de la ciudad", contó acerca de la insignia que lo representa. "Por varias generaciones y por tradición de mi abuelo y mi padre, en las obras se utilizaban las dedicatorias con inscripciones en latín y se escribía de forma tal que parecía que la pieza fuera la que se expresaba", explicó Pallarols sobre las frases que se vislumbraban en los diferentes trabajos.
PERTENENCIA
La historia de la familia en Lomas de Zamora involucra a otras generaciones, ya que su padre, en 1936 y en busca de tranquilidad, se mudó desde la Capital Federal a la zona Sur, un poco atraído por un cuñado suyo, quien había instalado una sastrería en la calle Laprida y fue el creador de la Cámara de Comercio.
"Mi papá alquiló una quinta situada en lo que hoy es la avenida Yrigoyen. Allí sufrió un hecho misterioso, una especie de cortocircuito, pero no podía ser eso porque en ese entonces se alumbraba con lámparas de kerosene y velas. Un curandero le dijo que lo que había sucedido era el alma de un suicida y al poco tiempo se enteró de que el anterior dueño se había ahorcado en una higuera del lugar", contó sobre los comienzos de la relación entre los Pallarols y Lomas.
Carlos, padre de Juan, compró un lote a pocas cuadras y allí nacieron varios de los Pallarols. "Al tiempo nos mudamos a la calle Boedo, donde nos quedamos hasta 1958. Allí se hizo el trabajo del sarcófago de Eva Perón, que luego se destruyó. El trabajo relacionado con la religión era muchísimo por ese entonces debido al crecimiento de la ciudad", contó el hombre.
Al dedicarle unas palabras a su progenitor, fue conciso y admitió: "Mi papá fue mi principal maestro e inspirador. Siempre me instaba a que hiciera otras cosas y que me inclinara por mis gustos personales".
"Al salir de mi casa y ver la Municipalidad, creía que era el Empire State", comparó con una metáfora a su querida ciudad. "Lo mejor que tiene Lomas de Zamora es que muchísimas familias lograron trascender de la ciudad hacia diversas partes del mundo", cerró, con el orgullo y la emoción a flor de piel por el lugar que lo vio nacer y crecer.