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Juicio por abuso a una menor: "La nena pasó un montón de traumas, no se olvida"

UN CASO ABERRANTE. La víctima tenía 3 años cuando denunció ser abusada por su mamá y su padrastro. A una semana del comienzo del debate, lucha con el recuerdo de lo que le pasó.

Un aberrante caso de abuso sexual está a punto de ser juzgado en los Tribunales de Lomas de Zamora. Una pareja de Villa Centenario se sentará en el banquillo de los acusados por someter a una menor en el año 2019. La nena habría sido abusada por su padrastro con ayuda de su mamá y ahora vive horas traumáticas por el recuerdo del calvario que le tocó vivir.

Los imputados son Sathya González y Tomás Fernández. Ambos cumplen con prisión preventiva por el delito de "abuso sexual agravado por el vínculo y por ser cometido por dos personas". La víctima es nada menos que hija de la mujer: tenía 3 años cuando ocurrieron los hechos, allá por 2019. 

El juicio comenzará el 28 de noviembre y será llevado adelante por el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 4 de Lomas. Mientras espera por este día trascendental, la víctima todavía lucha con las secuelas que le dejaron los abusos sexuales por parte de su mamá y su padrastro.

"Ahora está recuperándose, la nena pasó por un montón de traumas. Está pasando un estrés postraumático, se le cayó casi todo el pelo. Estamos complicados. Es muy duro para ella y vive con eso. No se olvida, te lo cuenta. A veces se hace pis en la cama, se despierta a los gritos", comentó Silvia, la abuela de la menor, en charla con La Unión.

En el verano de 2020, Silvia fue la primera que se enteró de los abusos que sufría su nieta. Inmediatamente se ocupó de denunciar a la madre de la pequeña y al padrastro, lo cual impulsó la detención de ambos en Villa Centenario. Ahora ella quedó a cargo de la niña. "Está conmigo desde lo sucedido, me entregaron la nena a mí y al padre. Está en tratamiento psicológico", explicó.

Silvia contó que "las crisis que le agarran son continuas" y que de vez en cuando la chiquita "grita, llora, se esconde y no quiere comer" porque se acuerda de lo que le pasó.

Con la impotencia a cuestas, pero también con un profundo coraje para pelear por su nieta, Silvia tiene una gran expectativa de cara al juicio. "Estamos en el tramo final, pidiendo justicia hasta lo último. Que los culpables sigan presos y que tengan una condena ejemplar por la desgracia que le tocó vivir a mi nieta", enfatizó.

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