Se negó a declarar la mujer detenida por el crimen de su pareja en Temperley
CRIMEN MACABRO. La detenida afirmó que su marido fue asesinado en una entradera, pero la Policía notó contradicciones en su relato y estableció que trató de simular un robo.
La mujer de 50 años que fue detenida este domingo por el crimen de su pareja, se negó a declarar en el marco de la investigación por el macabro hecho descubierto este domingo en una casa de Temperley, donde encontraron a la víctima, asesinada a puñaladas, en el interior de un tanque de agua.
Fuentes judiciales informaron a La Unión que la acusada, identificada como Adriana Luzuriaga (50) fue llevada este lunes frente a la fiscal Marcela Juan, de la UFI 16 de Lomas de Zamora, quien la iba a indagar. Sin embargo, la imputada hizo uso de su derecho y se mantuvo en silencio.
De cualquier forma, Luzuriaga seguirá tras las rejas por "homicidio agravado por el vínculo", mientras los investigadores tratan de determinar si contó con la complicidad de más personas para llevar a cabo el sangriento asesinato.
El hecho ocurrió este domingo por la mañana en una vivienda ubicada en la calle Luis Sáenz Peña al 2100, donde asistieron los efectivos de la Comisaría 8° de Villa Galicia, quienes se presentaron, tras un llamado al 911 que daba cuenta de un homicidio en ocasión de robo.
Los uniformados encontraron a la víctima adentro de un tanque de agua, sin vida y con varias heridas de arma blanca. Se llamaba Juan Mangoni, de 56 años, quien se dedicaba a la reparación de heladeras y equipos de refrigeración, según las fuentes.
Su pareja le contó a la Policía que cuatro delincuentes encapuchados habían entrado a la casa a la madrugada para robarles, mientras ella y su pareja dormían. De acuerdo a su relato, Juan intentó resistirse al robo, pero en medio de la lucha con los ladrones, ellos lo mataron a puñaladas.
Luego, la señora explicó que los asesinos la habían obligado a meter el cuerpo en un tanque de agua de plástico y que le habían hecho limpiar la escena del crimen. No obstante, por el físico de Mangoni, los agentes consideraron que era imposible que ella hubiera introducido sola el cadáver dentro del tanque.
Los peritos de la Policía Científica realizaron pruebas de luminol, establecieron que el crimen se había cometido en el living y detectaron sangre que no había llegado a ser limpiada debajo de los muebles.
Además, las autoridades policiales notaron contradicciones en el testimonio de Luzuriaga: en primer lugar, aseguró que los asesinos eran dos y no cuatro como había dicho al principio. Luego, señaló que los delincuentes habían entrado por el fondo, lo cual no era posible debido a la altura de los muros. También sostuvo que su novio había sido asesinado en una pelea "a los gritos", pero ningún vecino había escuchado nada.
Los investigadores inspeccionaron los accesos y no encontraron signos de que las puertas hubieran sido violentadas. De hecho, comprobaron que la alarma había sido desactivada. No obstante, lo que terminó de complicar a la mujer fue el hallazgo de una notebook bajo la ducha abierta del baño: entendieron que era una maniobra para dañar la computadora donde se guardaban los archivos de las cámaras de seguridad.
Como si fuera poco, hallaron los celulares de la pareja tirados en el inodoro, cuando minutos antes la mujer había relatado que se los habían robado. Ante esta situación, la pareja de la víctima fue detenida por el delito de "homicidio agravado por el vínculo".
Descartado el homicidio en ocasión de robo denunciado originalmente, la causa pasó a la UFI 16 especializada en Violencia de Género y Violencia Familiar del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.