Las increíbles atajadas de Leandro Brey en el Superclásico
Figura. El exarquero de Los Andes tuvo una actuación destacada en el cruce entre Boca y River por el Torneo Proyección.
Leandro Brey volvió a ser noticia. Esta vez por su destacada actuación en el Superclásico de Reserva entre Boca y River, en uno de los partidos de la fecha 7 del Torneo Proyección.
El arquero de Lomas de Zamora, formado en las Inferiores de Los Andes, fue una de las figuras del equipo dirigido por Mariano Herrón en el empate 1-1 en el River Camp y con sus atajadas volvió a tener un rol protagónico que lo consolidan como una de las mayores promesas de la cantera del Xeneize.
Brey se lució con tres atajadas de alto vuelo. Las primeras dos fueron para mantener la ventaja parcial tras el gol de Ignacio Rodríguez y la tercera, ya con el partido 1-1 por el gol de Enzo Rubio sobre el cierre del primer tiempo, sirvió para mantener el empate.
La primera de las tres llegó a los 21 minutos del primer tiempo tras un remate esquinado de Thiago Serrago desde afuera del área. El disparo del pibe del Millonario tenía destino de gol, estaba bien direccionad y tenía buena velocidad, pero Brey voló y con su mano izquierda sacó la pelota del ángulo.
A los 39 minutos el que lo padeció fue Claudio "Diablito" Echeverri, la joya de River y figura del Selección Argentina sub-17. El chaqueño, de 17 años, se metió dentro del área a pura gambeta y sacó un violento remate alto que el arquero lomense, con otra buena respuesta, mandó al tiro de esquina.
La tercera también fue ante Echeverri. El pibe de River encabezó una contra tras un ataque mal resulto de Boca y se metió en diagonal hasta encontrar su mejor perfil para remate, pero Brey estuvo atento y controló bien, sin dar rebotes, el remate desde afuera del área de la figura del seleccionado argentino sub-17.
En el gol de River, que fue en la última jugada del primer tiempo, poco pudo hacer el exarquero de Los Andes. Tras un gran centro de Echeverri, Enzo Rubio se despegó de su marcador y metió un cabezazo de pique al suelo que Brey no pudo contener.
