A 78 años del Hogar de Ancianos San Roque: su historia ligada a la iglesia

TIENEN 80 RESIDENTES. La institución, nacida en 1945, vela por el bienestar de los adultos mayores. Sus inicios están emparentados con la Catedral Nuestra Señora de la Paz.

Un día como hoy, pero de 1945, nació el Hogar de Ancianos San Roque, una institución que se dedica a priorizar la calidad de vida de sus residentes a través de la generación de estímulos que proponen día a día un sentido a la existencia. En su 78º aniversario, su presidente contó la historia del lugar y de todo el arduo trabajo que llevan a cabo, con un gran apoyo basado en la creencia religiosa.

La historia de este espacio comenzó a mediados del siglo pasado, cuando un grupo de jóvenes de la Acción Católica de la Catedral Nuestra Señora de la Paz, junto a su párroco, el entonces Presbítero Alejandro Schell, decidieron encarar uno de los trabajos pastorales solidarios más importantes que iba a quedar plasmado en la historia de la iglesia y del distrito: la atención y el cuidado de personas indigentes, a las que se les brindaría alojamiento, comida, higiene, atención médica y cada una de sus necesidades.

"El 19 de septiembre de 1945 tomó forma legal este emprendimiento como una sociedad civil sin fines de lucro, el cual fue administrado desde su origen por una comisión de hombres y mujeres integrantes de la iglesia, guiados por el Padre Schell", explicó el actual presidente, Héctor Maloberti.

El 19 de septiembre de 1945 tomó forma legal este emprendimiento como una sociedad civil sin fines de lucro, el cual fue administrado desde su origen por una comisión de hombres y mujeres integrantes de la iglesia, guiados por el Padre Schell.

El Hogar de Ancianos San Roque se encuentra emplazado en una extensión de más de media hectárea, con amplios jardines y arboledas añosas, teniendo su entrada principal en Monteagudo 1823 (Banfield). Actualmente cuentan con 80 residentes, entre hombres y mujeres, con un amplio abanico de edades y realidades de vida, aunque se consideran "una verdadera familia y por ese motivo es que lo llamamos hogar".

Actualmente cuentan con 80 residentes, entre hombres y mujeres, con un amplio abanico de edades y realidades de vida, aunque se consideran "una verdadera familia y por ese motivo es que lo llamamos hogar".

Allí poseen un departamento formado por dos médicos, dos kinesiólogos, una licenciada en enfermería, siete enfermeros matriculados y emergencia médica las 24 horas, una nutricionista, una trabajadora social y un profesor de gimnasia. Así mismo, de lunes a viernes asisten cinco maestros especiales con formación para adultos, quienes diariamente les hacen realizar a todos los residentes tareas que ayudan a mejorar el aspecto cognitivo, como así también tienen a disposición talleres de música y canto, neuro danza, gimnasia complementaria y actividades recreativas.

En el aspecto espiritual, semanalmente se realiza la celebración de la Santa Misa, el rezo diario del Santo Rosario y la asistencia de un diácono que atiende también las necesidades espirituales de los residentes. "Nuestra institución es abierta a todos los credos religiosos, pero especialmente se practica el culto católico ya que es la base y el fundamento de la institución desde sus inicios", recalcó Maloberti, que comparte la comisión directiva con Marina Pereyra (vicepresidenta), Daniel León (secretario), María Paula Maloberti (secretaria de actas), Vicente D'Amico (tesorero) y Gustavo Candela (protesorero).

Cabe destacar que la institución se encuentra habilitada por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires y el Municipio de Lomas, además de actuar como prestadores de PAMI (Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados).

"La comisión actual comenzó a funcionar en diciembre del 2020, con las dificultades propias que el país y el mundo atravesaban por la pandemia. Con una mirada de fe y la voluntad puesta en el trabajo hemos logrado recuperar la impronta que los fundadores del hogar quisieron darle: estar al servicio del prójimo necesitado", enfatizó, y para cerrar expresó: "Como miembros de la institución estamos plenamente orgullosos de pertenecer a tan grande obra que trabaja por el bien y la dignidad de los adultos mayores, muchas veces cancelados del tejido social".