Su hermano tuvo un grave accidente y eso la incentivó a estudiar enfermería 

UNA GUERRERA. Soraya Tambornini se desempeña hoy como enfermera en Salud Lomas: recorre los barrios y trabaja en los tráilers. El Municipio la reconoció como Orgullo de Ser de Lomas.

"Ser enfermera es lo más maravilloso y mi trabajo significa querer vivir todos los días". Con esa emotiva frase, la lomense Soraya Tambornini (53) dejó en claro lo que siente al ser parte de Salud Lomas, una labor que le sirvió para sobreponerse a golpes muy duros en su vida, entre ellos, haber superado un cáncer de mama. El Municipio de Lomas la premió como Orgullo de Ser de Lomas y, en diálogo con el Diario La Unión, contó su emocionante historia.

Soraya es, sin dudas, una guerrera de la vida. "En 2002, mi hermano tuvo un accidente en la ruta, en donde su amigo murió y él quedó con graves secuelas. Al verlo internado me ponía a llorar y me asustaba mucho. Una enfermera del lugar, al verme así de angustiada, me dijo que curse enfermería y fue una motivación clave", empezó a contar la lomense, que en ese momento ya había estudiado visitadora médica y estaba cursando radiología. Pero esas palabras de aquella enfermera fue lo que la terminó de convencer para dedicar su vida a servir a la comunidad.

Al verlo internado a mi hermano me ponía a llorar y me asustaba mucho. Una enfermera del lugar, al verme así de angustiada, me dijo que curse enfermería y fue una motivación clave.

Fue así que Soraya, en 2003, empezó a estudiar enfermería en la Universidad de Lanús, siguiendo también los pasos de su madre, quien se dedicó a la profesión. "Me recibí en el 2006 como enfermera universitaria y ahí entré a trabajar en Salud Lomas", explicó. Va en total 17 años ligados a la profesión.

"Mi hermano estuvo 13 años en un estado de conciencia intermitente y después falleció. Durante ese tiempo pensé que podía cambiar lo que le había pasado a través del cariño, el amor y el conocimiento que me brindó la profesión, pero no pude hacer mucho ante el daño neurológico que él tenía", dijo.

En paralelo, Soraya comenzó a demostrar todo su conocimiento en Salud Lomas: desde su ingreso se destacó laboralmente en lo que se conoce como terreno: trabajó en salud escolar, en los tráileres y en la vacunación puerta a puerta. "Actualmente me desempeño en el Hospital de Diagnóstico Inmediato de Temperley, en el sector de vacunación. Yo soy feliz en mi trabajo", aseguró.

Pero ese golpe no fue el único que debió superar Soraya: en plena pandemia le detectaron un cáncer de mama y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en seis ocasiones. "Actualmente tomo medicación y estoy en control permanente, pero volví a trabajar porque mi labor es el motor que necesita mi vida", señaló.

"Como enfermera intento brindar amor y cariño en cada ratito que comparto con los pacientes. Este trabajo es lo más maravilloso que me pasó en la vida", concluyó, con la emoción a flor de piel.