Cinco años sin Aretha Franklin, "La Reina del Soul"
mundos personales . Hace cinco años partía una de las mejores voces del Siglo XX, que tuvo una carrera exitosa y una vida con claroscuros.
Del soul al funk, del jazz al rock, del gospel al blues y dueña de un sonido propio, Aretha Franklin fue una de las grandes voces del Siglo XX.
"La Reina del Soul", como justicieramente se la apodaba, fallecía hace un lustro el 16 de agosto de 2018 a los 76 años en su casa de Detroit, después de una larga batalla contra el cáncer.
Esta notable artista había nacido el 25 de marzo de 1942 en Menphis, Tennessee, y tuvo una niñez muy dura.
Tuvo que lidiar con dos embarazos precoces, el primero a los 12 años y el segundo a los 14, también sufrir el abandono de su madre, que se marchó de la casa cuando la pequeña contaba apenas 6 años de edad.
Para complicar aún más las cosas, su padre, un pastor baptista muy conocido en su comunidad y con fama de mujeriego, educó a sus hijos con mano de hierro.
Así, la vida de Aretha estaba absolutamente condicionada por lo que su progenitor decidía, sin que la joven tuviera ni voz ni voto. A pesar de la convulsa situación familiar, en casa de los Franklin todo giraba alrededor de la música.
Muy pronto se convirtió en una joven estrella del gospel y acabaría firmando un suculento contrato con una multinacional discográfica a sus 14 años. Ése fue el comienzo de una carrera plagada de éxitos, que le valieron el apodo de la "Reina del Soul", un total de 18 premios Grammy, además de ser nombrada en 2008 mejor cantante de todos los tiempos por la revista "Rolling Stone".
Comenzó a grabar sus primeros temas, con una marcada influencia de la música gospel. Luego, su estilo se fue nutriendo de otros sonidos y fue creciendo con el correr de su extensa carrera.
Aretha Franklin fue una de las mejores intérpretes de soul, R&B y gospel, con un registro vocal característico y único. Por este talento, es considerada para muchos como una de las artistas más influyentes en la música contemporánea, marcando el camino de muchas cantantes de otros tiempos y de figuras actuales, como Beyoncé y Adele, entre otros.
Promediando los '60 se consolidó como estrella femenina del soul, algo que usó en favor de los derechos raciales en Estados Unidos, siendo un elemento influyente dentro del movimiento racial y de la liberación femenina.
Tuvo un par de matrimonios y fue madre de cuatro hijos. Dos de ellos, Kecalf y Teddy, son personajes activos dentro del mundo de la música, la mejor herencia que podría dejar. Teddy fue el director artístico y de la banda de músicos de su madre en sus giras, además de tocar la guitarra.
Desde 1962 hasta 1969 estuvo casada con Teddy White. En 1978 se casó con el actor Glynn Turman, del que se divorciaría en 1984.